Carlos Acuña, uno de los miembros del triunvirato de CGT, y referente del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios, Garages, Playas de Estacionamiento y Lavaderos (SOESGyPE); y el secretario general del Sindicato Gran Buenos Aires de los Trabajadores de Obras Sanitarias (Sgbatos), José Luis Lingeri ratificaron este domingo su negativa a la movilización convocada por el gremio de camioneros el próximo 21. Pero aclararon que apoyan el reclamo y apuestan al diálogo.

Carlos Acuña, uno de los miembros del triunvirato de CGT consideró que muchos gremios reducirán su participación en la convocatoria de los camioneros porque hay “sectores políticos que se cuelgan del reclamo de los trabajadores”.
El sindicalista aclaró específicamente que se refería a la adhesión del kirchnerismo, que dijo que participará de la marcha del 21.

“Nosotros no vamos a movilizar pero apoyamos el reclamo”, dijo Acuña a radio El Mundo en referencia al Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios, Garages, Playas de Estacionamiento y Lavaderos (SOESGyPE), donde ocupa la secretaría general.
Recordó que en la última reunión de gremios se decidió apoyar “a todos los gremios que tiene problemas y están en conflicto”, en defensa “del modelo sindical y los convenios colectivos de trabajo”.

Pero aclaró que si su sector deja de trabajar “no hay combustible en el país”, por lo cual ese día seguirán en sus puestos. 
Además, adelantó que la ex CGT Azul y Blanca (un sector de la central obrera referenciado en Luis Barrionuevo) definirá su postura el miércoles próximo. 

De todos modos opinó que muchos gremios no se movilizarán junto al sector que conduce Hugo Moyano porque “no se sienten cómodos” con lo que calificó como “la politización” de la protesta.
“Por un lado el gobierno haciendo toda una campaña de difamación como que es un problema personal de Moyano, y por otro lado tenemos sectores políticos que se cuelgan a un reclamo de los trabajadores, que no corresponde que se politice”, se quejó. 

Apuesta al diálogo

El secretario general del Sindicato Gran Buenos Aires de los Trabajadores de Obras Sanitarias (Sgbatos), José Luis Lingeri, ratificó hoy la negativa de su gremio a respaldar la marcha contra el Gobierno.
“Creemos que la mejor manera de darle respuesta a las demandas de los trabajadores pasa por una fuerte apuesta al diálogo (con el Gobierno) y no por la confrontación”, señalo Lingeri a Télam. 
Prueba de su vocación dialoguista, Lingeri adelantó a esta agencia que en los próximos días se sentará con funcionarios de la administración Macri para “modificar algunos aspectos del Fondo Solidario de Redistribución”, destinado a las obras sociales sindicales.

A fines de enero, el Ejecutivo estableció mayores controles sobre el total de afiliados a las obras sociales que son beneficiarios del Subsidio de Mitigación de Asimetías (SUMA), que contribuye a la financiación de estas entidades. 
Una resolución publicada en el Boletín Oficial y difundida por la Superintendencia de Salud establece que el subsidio de 1.000 millones de pesos que los gremios recibían antes de manera automática para financiar servicios de salud será ahora distribuido por la AFIP.

“En realidad, tenemos en agenda varias cuestiones inherentes a la salud de los trabajadores para discutir: valores por la situación de los monotributistas y de los jubilados, y también sobre la actualidad del PAMI”, enumeró a esta agencia Lingeri, que en el consejo directivo de la CGT ocupa la butaca de secretario de Acción Social, y que se especializa en temas de salud.
En el contexto de la interna de la central sindical, Lingeri, uno de los más activos gestores para que Mauricio Macri devolviera a los gremios en 2015 los aportes que mantenía retenidos el gobierno de Cristina Kirchner, está posicionado desde siempre en el grupo de los gremios “independientes”, junto al constructor de la UOCRA, Gerardo Martínez y al estatal Andrés Rodríguez. 

El líder del gremio de Obras Sanitarias integra además un espacio de amplias coincidencias con los grandes gremios de servicios (los denominados “gordos”), y de hecho, estas facciones constituyen la principal oposición sindical a la marcha, y también al estilo de conducción que encarnan Hugo y Pablo Moyano.
Lingeri evitó profundizar críticas contra el líder de los camioneros, y se limitó a ratificar su desacuerdo con las “motivaciones difusas” de la movilización. 
“Hay que profundizar el diálogo, no al revés”, sostuvo ante Télam, al tiempo que llamó a que prime el temple para no profundizar la grieta en la hoy agitada interna de la CGT.

Otro más
Otro dirigente sindical, en este caso el kirchnerista Víctor Santa María, del Suterh (encargado de edificios) sorpresivamente también salió a retacearle el apoyo a la “marcha más grande de la historia” que promete realizar Moyano.
Santa María se limitó a decirle a Télam que aún no estaba decidido si su gremio sería de la partida en la movida de los camioneros, y que determinar la conducta a seguir pasará por la decisión del consejo directivo que preside en el Suterh, que se reunirá la semana próxima.

Voceros gremiales confiaron a esta agencia que, en rigor, Santa María estaría de acuerdo con las razones de la movilización, pero teme a que su eventual participación en la jornada sindical del 21 sea interpretada como una reacción personal adversa a su complicada situación judicial por supuestos hechos de corrupción, que es justamente la razón de fondo que muchos adjudican a Moyano para salir a la calle.
Fuente: Télam