Este miércoles llegó a su fina la historia de amor que mantuvo atado a miles de argentinos a sus asientos: Las mil y una noches. Onur ( Halit Ergenç ) y Sherazade ( Bergüzar Korel ) anoche vivieron su esperado reencuentro y reconciliación, tras meses de estar separados y dispuestos a dar por terminada su historia de amor que empezó con una noche negra.
Los guionistas de Las mil y una noche no pensaron un final de disfrute para la pareja protagónica sino uno agónico, en el cual recién en los últimos minutos Onur y Sherazade dejaron de lado su orgullo y rencor para dar rienda suelta a sus sentimientos y jugarse por su amado una vez más. No hubo grandes demostraciones de afecto, pero sí un sentido abrazo familiar que incluyó a Kaan y Nilufer y dio por terminado el ridículo casamiento de ella con su jefe.
Antes de esa escena final -que tardó mucho en ocurrir por las largas tandas publicitarias que hubo que soportar-, Kerem le suplicó a su amigo que no perdiera al amor de su vida por orgullo porque la iba buscar “en todas las mujeres” mientras Bennu también le pedía a Sherazade que se jugara por Onur. Pero aún faltaban varios minutos para ese esperado momento, que llegó pasadas las 23, y se coronó, además, con un repaso de la historia clásica de Las mil una noches, con una voz en off, y las imágenes de grandes momentos vividos por esta novela y sus personajes.
Bennu y Kerem, un amor tumultuoso. Desde el comienzo de la novela, sospechamos que el romance de Bennu con Kerem no iba a ser próspero. El, enamorado de su amiga y ella amándolo ciegamente al principio y después con resignación y despecho. De todo vivió esta pareja hasta el final y cuando parecía que ya no había otra respuesta que la separación definitiva… ¡se juntaron para empezar de nuevo muy lejos de Estambul!
Ali kemal, el personaje que no aprendió nada. Casi todos los personajes de esta historia se transformaron durante el paso de los capítulos. O por las dramáticas experiencias vividas o por el crecimiento en sí de su personaje, pero dijimos “casi todos” porque Ali kemal (Ergüm Demir) no logró llevarse ninguna lección, razón por la cual sus padres y su mujer decidieron que era hora de que aprendiera a valerse por sí mismo y asumiera su rol de padre de familia. Sin lujos ni una gran ayuda económica de su padre, le llegó el tiempo de crecer y dejar de ser “el nene de mamá y papá”.
Fusum, el personaje que se reivindicó. Los que siguieron la novela seguramente odiaron a Fusum en los primeros capítulos y, poco a poco, lograron quererla y encariñarse con ella. Su malvada mutó y cómo, pasó de complotar contra Sherazade e incluso contra su familia política hasta perder todo lo que tenía. Pero, después, supo renacer y mostrar otro costado de su personaje, uno que se ganó el aprecio de los televidentes.
Nadide y Burjan, una pareja todoterreno. ¿Quién no odió a Burjan en las primeras semanas de Las mil y una noches? El hombre de negocios, avaro, con opiniones firmes, que sin lugar a duda podía darle vuelta la cara a su nuera si así lo consideraba justo, aunque la vida de su nieto estuviera en peligro. Después, claro, el arrepentimiento, el intento por dejar en el pasado todo el dolor causado y lograr conquistar esos amores perdidos sin razón. Y, allí, Nadide, siempre a su lado, aún cuando no estaba de acuerdo con su accionar.
Gani, un personaje a la deriva. A veces amado, a veces odiado. Gani fue un personaje más de esta historia, que tuvo un final, claro, pero que despertó poco interés. Se metió a las fuerzas armadas y volvió a su pueblo natal.
¡Lo sentimos Engin…! El jefe de Sherazade hasta último momento le pidió a ella que se decidiera, que si así lo sentía que diera un paso al costado. “Si no querés casarte, por favor dímelo ahora, te ves infeliz…”, le dijo para que ella le confesara sus sentimientos, pero no encontró eco en su pedido, razón por la cual tuvo que ser un testigo privilegiado -mal que le pesara- de la reconciliación de su novia con su ex marido. .

 

Fuente: La Nación