“Trataba de pensar que no era mi problema, pero la conciencia no me dejaba dormir porque si pasaba algo similar yo iba a ser culpable”. Las palabras corresponden a Ramón Díaz, un sanjuanino que mantuvo una relación por dos años con Manuel Albornoz una persona que resultó ser un asesino y que gracias a su testimonio, la policía Federal Argentina pudo detenerlo y extraditarlo hace unos meses.
“Cuando googleé el nombre de él salía un programa que se llama “Mentiras Verdaderas” del 2015 en el que contaban el crimen que había cometido y que lo estaba buscando la PDI de Chile. Me dolió mucho, pensar de lo que me salvé. No sabía qué hacer, cómo era el procedimiento, sobre todo por el miedo de que él conocía donde vivía, dónde trabajaba. Un error fue haberme enfurecido tanto y encararlo. Lo cité y, después de decirle que tenía que arrepentirse, exploté y le dije que le agradecía por no haber pasado por lo que Cristopher Palomino había pasado”, comenzó su testimonio Ramón en TN quien antes relató cómo fue que lo descubrió.
Según explicó, la relación la comenzó con aquel en el 2008 y dos años después sufrió un hecho de extrema violencia que lo llevó a abandonarlo. Fue en el 2010 cuando Albornoz lo golpeó, ató y con un cuchillo intentó lastimarlo, después de una discusión. Ese día, después de estar escondido varias horas en el baño, salió y terminó la relación.
Fue recién en el 2016 que decibidó probar en internet qué pasaba si ponía su nombre. Así fue como después de googlearlo supo que en 2007 había asesinado de 17 puñaladas a Christopher, un joven con el que había tenido una relación. “En ese momento decidí que no podía permitir que lo volviera a hacer. Me contacté con las autoridades chilenas, y empecé a investigar, a sacar fotos de los lugares a los que iba, a recopilar información y mandé toda la carpeta a la policía de investigaciones de Chile”, dijo Ramón quien luego recordó que cuando supo lo que había ocurrido cometió un grave error: enfrentar a Albornoz con la realidad.
“Él se puso mal y yo le dije que no lo quería preso, porque tenía que disimular. Me confesó que lo había hecho, y yo le prometí que no iba a hablar. Todos los días lloraba y esperaba olvidarme. Trataba de pensar que no era mi problema, pero la conciencia no me dejaba dormir porque si pasaba algo similar yo iba a ser culpable”, indicó.
Después de un tiempo, de muchas ideas y vueltas, Ramón decidió denunciarlo y para eso viajó a Chile para declarar. Allí vio las fotos de cómo su ex novio había dejado al joven tras apuñalarlo. “Vi las imágenes de cómo lo había dejado y me brotaron las lágrimas. Juré que iba a meterlo preso y que una vez que lo consiguiera, iba a llevarle flores al cementerio para que su familia esté en paz”, agregó.
Con toda la información que recabó, la PDI hizo el pedido internacional a Interpol. Durante dos meses estuvieron investigando para detenerlo y ahora Albornoz enfrentará la justicia. “Viajé dos veces a Chile hasta que, en enero de este año fue detenido, extraditado y en los próximos meses, empezará el juicio en su contra”, finalizó.