Una nena deportista de 12 años murió tras inhalar un desodorante en aerosol en Inglaterra. Su mamá lanzó una fuerte campaña de concientización para que los padres estén al tanto de lo que hacen sus hijos y promuevan el diálogo para alejarlos de cualquier vicio.

El trágico episodio ocurrió en el suburbio de Quedgeley en noviembre pasado, pero su caso trascendió ahora tras conocerse las causas del deceso. Jess Anderson (12) tenía el hábito de inhalar desodorante, sin que sus familiares se enteraran. Generalmente lo hacía previo sus partidos de fútbol, ya que era fanática del deporte.

En el día de su muerte, la chica respiró dos aerosoles completos y fue hallada minutos más tarde por su hermano gemelo Tom “en estado zombie”, como dijo el chico, según lo publicado por el diario Daily Mail.

Los médicos trasladaron a Jess al hospital, pero de nada sirvieron las tareas de reanimación: la chica falleció por un envenenamiento con gases butano y propano, que le provocaron un paro cardiorrespiratorio.

En el marco de la investigación, el hermano de Jess contó a la Policía que encontró varias veces muchos aerosoles vacíos en la habitación y que la chica tenía como pasatiempo oler prendas de ropa impregnadas con el producto. En tanto, la mamá sospechó de que nunca le devolvía el cambio a la hora de hacer los mandados, pero nunca imaginó semejante hábito.

“He tenido hijos que ahora tienen entre 31 y 12 años, pero las cosas son diferentes para los jóvenes en comparación con cuando tuve mi primer hijo. Tenemos que saber cómo hablar con esta generación”, pidió Theresa Anderson en declaraciones a The Sun.

“Tenemos que promover la conciencia entre los padres, los jóvenes y los niños, porque ciertamente yo no tenía idea de lo que estaba sucediendo”, dijo.