Tras la polémica por una fiesta privada en la que estudiantes secundarios de la Escuela de Comercio se reunieron a celebrar la previa del “último primer día”, las autoridades de los tres colegios preuniversitarios salieron al cruce de versiones que se difundieron y defendieron a sus alumnos.
En un comunicado, aseguraron que “ningún alumno ingresó a los Institutos Preuniversitarios en estado de ebriedad; incluso algunos padres acompañaron a sus hijos en el ingreso, ante las noticias que estaban circulando. Lamentamos profundamente que con fines comerciales, se organicen eventos donde se pone en riesgo la salud y la seguridad de los jóvenes, especialmente los menores de edad”.
Destacaron que en la la reunión del Consejo Asesor de Enseñanza Secundaria, en la que estarán padres de alumnos de esos colegios “se abordará esta temática con el fin de asumir una actitud institucional y tomar medidas proactivas respecto de esta temática”.
Medidas fuertes
Este lunes en la madrugada, un escándalo sacudió a la comunidad educativa de la escuela de Comercio. Alumnos de sexto año que festejaban el Último Primer Día, UPD, en un boliche de Pocito fueron llevados hasta la comisaría y clausurado el local. El juez de Falta Horacio Morando aseguró que ahora se analizan las responsabilidades y no solo habrá multa para el propietario del boliche sino también para los padres.
De acuerdo a lo indicado por el magistrado, por haber circulado alcohol entre los menores, cae una importante responsabilidad en los padres que permitieron que los chicos fueran al lugar. “El artículo 31 de la Ley Seca sanciona a los padres con el pago de hasta 10 salarios mínimo, vital y móvil”, adelantó Morando en Radio AM1020 y aclaró que también pueden ser sancionados con la realización de tareas comunitarias.
La Ley Seca es la Ley 7575, sancionada en el año 2004 y establece en su artículo 31: “Serán sancionados con quince (15) días de trabajos comunitarios o multas de hasta diez (10) salarios mínimo vital, los padres, tutores o encargados de menores que no hayan cumplido dieciocho (18) años y que ingresen a lugares previstos sólo para mayores de dieciocho (18) años; adquieran, consuman y/o transporten de cualquier forma bebidas alcohólicas en lugares públicos, abiertos o expuestos al público y/o conduzcan cualquier tipo de vehículos automotores habiendo consumido alcohol”.
El magistrado informó que los efectivos policiales le indicaron que en la puerta del local conocido como “De la Ostia” habían afuera padres de los chicos esperando a que estos salieran. Luego cuando los mismos vieron la llegada de la policía intentaron llevarselos para que no fueran trasladados a la comisaría pero no se permitió por los fines legales correspondientes.
La policía hizo actas a los padres, además de un acta de infracción al propietario del local quien habría indicado que el local lo habría alquilado por esa noche a “una persona que se dedica a viajes de estudios, un coordinador estudiantil, para que realizara la fiesta”. “No es común que los locales bailables funcionen los domingos en la noche. Este local se encontraba desde la noche anterior clausurado por la policía. Por eso quedó detenido el propietario, por haber roto la clausura… no por lo sucedido anoche”, agregó.