El último día de febrero se definirá la extradición del lonko Facundo Jones Huala en Bariloche. El juicio se desarrollará el miércoles 28 en el gimnasio Nº 3 de esa ciudad puesto que se espera una gran concurrencia. El lugar tiene capacidad para más de 1.500 personas sentadas.

Este será el segundo juicio de extradición que enfrenta Jones Huala, líder de la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche): en el primero fue dejado libre por el juez federal Guido Otranto, quien determinó que había sido detenido mediante apremios ilegales.

Es por un pedido de la Justicia de Chile, donde se lo acusa de haber participado del incendio de una propiedad en Pisa Pisué, cerca de Valdivia, en 2013. El lonko se evadió del país trasandino ese año y no se presentó a las audiencias a las que fue citado por los tribunales durante el año siguiente.

Se espera que cientos de personas de distintas comunidades aborígenes, representantes de partidos políticos de izquierda y de organizaciones de derechos humanos se hagan presentes durante el juicio.

El juez de la causa, Gustavo Villanueva, solicitó a la provincia de Río Negro un dispositivo especial de seguridad puesto que se esperan posibles incidentes. Ya en julio del año pasado hubo ataques contra el juzgado federal en Bariloche. En esa oportunidad, nueve militantes resultaron detenidos por arrojar piedras, atentar contra la autoridad, pintar paredes y encender fuego en la vía pública. No menos de 100 policías podrían custodiar las alternativas del proceso.

Llegó a trascender que estaría presente en el gimnasio el presidente de Bolivia Evo Morales, pero su participación fue descartada por “cuestiones de agenda”.

Según ha podido averiguar Clarín, la comunidad mapuche de Resistencia Cushamen -los mismos que ocuparon en 2015 alrededor de 1.200 hectáreas de una estancia de la familia Benetton- viene organizando una fuerte manifestación por las calles de Bariloche para esos días.

Hay grupos de militantes que se instalaron en la ciudad turística especialmente para coordinar actividades de protestas que implicarían desde radios abiertas, hasta charlas con personalidades comprometidas con el reclamo mapuche pasando por expresiones en la vía pública.

Fuente: Clarín