El juicio por la muerte de Julieta Viñales sumó en las últimas horas un testimonio considerado fundamental para las partes. Se trata del otorrinolaringólogo Sebastián Lifschitz, quien asistió a la joven cuando su salud ya se encontraba gravemente comprometida en el Hospital Rawson.
Durante la audiencia, el profesional respondió preguntas de la defensa, la fiscalía y la querella. Fuentes de la querella remarcaron que su declaración tuvo un valor especial, ya sea por compartir la misma especialidad que el médico acusado de homicidio culposo o por haber intervenido en la etapa más crítica de la paciente.
Antes habían declarado médicos del Hospital Marcial Quiroga, que atendieron a Julieta tras la primera hemorragia posterior a la cirugía.
En el debate también se conoció que, en medio de la emergencia, el acusado llegó a consultar a Lifschitz sobre el cuadro clínico de la joven, mientras los padres intentaban sin éxito comunicarse con él.