Claudio Gil fue llevado este mediodía a Tribunales para la extracción de sangre para cotejar su adn con el encontrado en el lugar del crimen de Jorge Espínola. El pedido fue realizado por el juez Maximiliano Blejman quien investiga el caso del abuelo de 85 años que murió asesinado el 6 de marzo pasado. Según señaló el magistrado en Radio Sarmiento, “hay indicios o pruebas que llevaban a distintas personas, de por medio surgió el homicidio del Barrio Camus (caso Espínola) y pudimos encotnrar a partir de las llamadas telefónicas ordenadas por mi que Gil tenía una vinculación con los dos homicidios”.

El caso del chef Carlos Echegaray está siendo estudiado por el juzgado de Benito Ortiz y no se descarta que se trabaje a partir de ahora en conjunto ambas causas. En la muerte de Echegaray hay un sólo detenido que desde el primer día aseguró no ser culpable de esta muerte.

Claudio Gil es un hombre de un frondoso prontuario que incluye escapes a la ley (estuvo preso en el penal de Chimbas, por robo de automotor y privación ilegítima de la libertad, hasta fines de 1996 cuando se fugó) e incluso fue condenado por homicidio simple a Alberto Herrera, un comerciante homosexual de San Luis.
 
Ahora se lo vincula a las muertes de Carlos Echegaray y Jorge Espínola a raíz de una serie de llamadas que habría realizado a los celulares de ambas víctimas antes de su muerte. Incluso está la duda sobre su relación con la muerte del enfermero Omar Olivares que sucedió en el 2009. Todos murieron acuchillados.