Familiares y amigos de Lucía Rubiño, acompañados por la organización Familias del Dolor, se unieron este lunes con un fuerte pedido de justicia frente al edificio de Tribunales. Esto ocurrió en el marco de una audiencia por el sobreseimiento de Juan Pablo Echegaray, uno de los implicados en el siniestro que le costó la vida a la joven. El proceso continuará el próximo 7 de mayo con la réplica de la querella llevada por Marcelo Fernández.
Tras finalizar la jornada, el padre de Lucía, Jorge Rubiño, en medio de la gente, rompió el silencio con un fuerte descargo. “No entiendo la desesperación de ver cómo pueden hacer para salvar a Echegaray. Le agradezco a varios que han dicho la verdad, que no podía ser. Varios canales le han cantado la justa”, dijo muy molesto.
Luego adelantó lo que será parte de la estrategia para forzar una elevación a juicio: “En el video del Walmart se muestra que la camioneta circula a dos metros de la banquina y es raro. La camioneta hace un giro en U y viene un auto blanco que sale patiando y no se la pega, no sé por qué, de frente y va por el medio de la calle”.
En este sentido, agregó: “Esto no quiere decir que el que la mató fue el otro. Este pibe hizo todo lo que pudo para echarle la camioneta para que sucediera”. Prosiguió con la explicación: “No sé si detiene del todo la marcha, pero si vos venís y te sale una camioneta, en vez de salirse a la orilla, le echa la camioneta”.
“Hay 19 testigos que dicen lo mismo. ¿Para qué hace hablar a todas esas criaturas que están amargadas, llorando ahí?”, dijo, reconociendo el apoyo de los amigos y familiares. Finalmente, expresó, muy afectado: “Perdonen que sea tan duro, pero yo voy todos los domingos a ver el cajón, me quedo llorando, y ellos se cagan de risa”.
La “audiencia eterna” que busca sobreseer a Echegaray
Desde las 18 horas, se convocaron, siguiendo muy de cerca lo que sucedía dentro del recinto. En el interior de Tribunales, la fiscalía, encabezada por el fiscal Francisco Micheltorena e Iván Grassi, intentaba desligar de toda responsabilidad al imputado, quien nuevamente compareció vía Zoom debido a responsabilidades académicas en la vecina provincia de Mendoza, lo que había causado un fuerte enojo en la primera audiencia a tal efecto.
Al principio de la audiencia, Grassi prosiguió con la lectura de un extenso documento de unas 230 páginas en las cuales fundamentaba su pedido de sobreseimiento. En la calle, intervenida con carteles y pancartas, el tránsito estaba interrumpido, y bombos, platillos, chicharras y silbatos sonaban y retumbaban en la sala de forma intermitente, en medio de un clima tenso.
Cayó la noche al finalizar la lectura del fundamento y se pasó a un pequeño cuarto intermedio, que daría paso a la exposición del fiscal Micheltorena para ratificar el pedido de la fiscalía, muy cuestionado por el abogado querellante Marcelo Fernández. Mientras tanto, en la calle se encendían velas en un acto emotivo que acompañaron familiares de otras víctimas de siniestros viales.
Retomó la audiencia con la respuesta por parte de Micheltorena a los cuestionamientos de la defensa, que pidió apartar a Iván Grassi del caso.
Desde la fiscalía alegaron que el comportamiento de Echegaray no revestía ningún grado de peligrosidad, ya que circulaba a 25 km/h, de acuerdo a una prueba realizada por la propia querella. Mientras que el otro conductor lo hacía a 60 km/h, sin medir las consecuencias de los actos, ya que la arteria estaba congestionada por la concurrencia de gente debido a un evento privado, el cual revestía otro grado de precaución. Además, la velocidad máxima permitida era de 40 km/h.
El abogado Marcelo Fernández también dio declaraciones en relación a la audiencia: “Vamos a demostrar en esa audiencia el error en el que se está incurriendo en el mejor de los casos y la falta de objetividad absoluta por parte del fiscal Grassi y por parte del fiscal superior”. En este sentido, sostuvo que hay un error en la interpretación, ya que hay elementos con los que cuenta la causa que apoyarían su teoría del caso. “Aquí hay otra lectura basada en elementos de convicción que surgen del expediente de la justicia penal de menores. Hay cuestiones que son insoslayables y les han hecho un vuelo rasante”, señaló.
“Todos hemos visto los videos y cuando se trata de sostener que Juan Pablo Echegaray circulaba por su propio carril, huelgan las palabras. En la cámara del hiper se observa claramente que Echegaray no circulaba por su carril, sino por el medio de la calle”, agregó.
Finalmente, habló de la prueba de velocidad, cuya valoración sería determinante para la fiscalía, pero es cuestionable para la querella. “Él iba a una velocidad de 25 km/h, la prueba la hicieron mis peritos. Fíjense que paradójico, la fiscalía sostiene que la ecuación fundamental no es válida para estos casos, no obstante, se toman de la velocidad”, cerró.