En un giro significativo en el caso del asesinato de Alan ‘El Chupa’ Rodríguez, el principal sospechoso, Fernando David Galván, se enfrenta la posibilidad de ir a un juicio abreviado.
Acusado de quitarle la vida a Rodríguez con varios disparos, en lo que sería una disputa relacionada con la venta de drogas, Galván enfrentará un juicio abreviado este miércoles, lo que podría resultar en una condena de 10 años de prisión. El imputado tenía además un prontuario delictivo importante.
“Esta audiencia tiene la característica o se caracteriza porque la persona imputada tiene que reconocer el hecho tal como lo relata el ministerio público fiscal, los elementos de prueba que vamos a mencionar, la calificación del delito y la pena que hemos acordado con la defensa de él”, dijo la ayudante fiscal Gemma Cabrera, a Diario La Provincia SJ.
Por la gravedad del caso está previsto que el que dicte la sentencia sea un tribunal colegiado.
Cabrera añadió que Galván cuenta con un historial delictivo considerable: “En este caso, él tiene varios antecedentes; tenía un prontuario bastante frondoso, ha tenido una condena previa y, por la gravedad del delito que le estamos imputando, que es homicidio doloso por el uso de arma, artículo 79 y 41 bis del Código Penal. La pena que hemos acordado son 10 años y 8 meses; él ya está con prisión preventiva en el servicio penitenciario”.
Cabe recordar que en un primer momento Galván se había dado a la fuga y luego se entregó a la justicia acompañado de su abogado Nicolás Gómez Camozzi.
Por su parte, el fiscal que encabeza el caso y tuvo las primeras intervenciones, Francisco Pizarro, aclaró que el móvil del crimen está vinculado a la venta de drogas:”Quedó claro y se comprobó con las declaraciones que hemos hecho posteriormente“.
“El imputado le mete a otro unos disparos en la vía pública; uno de ellos iba a comprar. Había varias personas en la calle y están los testimonios de ellas“, agregó Pizarro.
Cabrera añadió que, según los testimonios de los vecinos se trataba de dos personas conflictivas. “Después de la formalización, tomamos algunos memos, hemos citado a varios vecinos del lugar para tomarles declaraciones y en su mayoría declaran que los dos eran conocidos en el ambiente delictivo y que estaban cansados de las situaciones de violencia que se podían vivenciar en esa villa”. explicó.