A más de 48 horas del brutal asesinato de Rafael Sillero en San Martín, parece que el caso se encamina a resolverse. Es que unas huellas de sangre y unas zapatillas “nuevas” recién lavadas serían los primeros elementos que daría con el presunto autor del crimen: un adolescente de 17 años de edad.
El abuelo fue brutalmente asesinado de siete puntazos en el cuello y tórax, lo que terminó con una gran pérdida de sangre en la escena del crimen. Esta misma fue la que fue quedando en el camino y que llevó a los investigadores a buscar a un joven que vive a apenas 30 metros del lugar del asesinato. 
El vecino tenía muchos problemas con el anciano de 86 años, especialmente porque a éste le habría sacado varias veces madera, lo que generó en otras oportunidades enojos por parte del difunto.
El caso comenzó a esclarecerse el lunes en la mañana y ahora el juez del Cuarto Juzgado de Instrucción, Heredia Zaldo, espera los resultados del ADN que pidió sobre los restos de sangre depositada en el calzado. De confirmarse su hipótesis, la causa seguiría en manos del juez de Menores Jorge Toro.
Ante este escenario, el chico de 17 años fue detenido por la División Homicidios de la Policía de San Juan y se cree que el asesinato lo habría cometido primero con un martillo con el que golpeó en la cabeza al abuelo y luego le siguió los puntazos.