Finalmente, y tras varias audiencias, el juez de Garantías Javier Figuerola resolvió el sobreseimiento de Juan Pablo Echegaray en la causa por la muerte de Lucía Rubiño, la joven que falleció en un siniestro vial.
Con expectativa y dolor, la familia de Lucía esperó la resolución en la puerta de Tribunales, acompañada por amigos, conocidos y vecinos que se manifestaron con fotos, carteles y banderas pidiendo justicia.
Luego de conocerse el fallo, Belén Montilla, madre de Lucía, no ocultó su enojo y agotamiento. En declaraciones a los medios, expresó: “Seguimos luchando. Llega un momento que tienen tanta impunidad… la poca energía que nos queda no podemos respirar. Porque lo que nos dieron para respirar, lo gastamos acá”. Su voz, quebrada por la angustia, reflejaba el dolor de una madre que lleva más de tres años buscando respuestas.
Belén también se refirió al sistema judicial, cuestionando los tiempos y decisiones tomadas en el proceso. “Bajen la ley de imputabilidad de los menores, gastarías una sola energía. Nos queda un trayecto muy largo todavía. Nos quitan vida. La que nos dejaron, ya nos la quitaron”, afirmó. En sus palabras hubo también un fuerte reclamo por igualdad ante la ley. “Para todos los señores que se pasaron días para una apelación”, contó.
La decisión del juez fue tomada tras los planteos de las partes. La Fiscalía había solicitado el sobreseimiento de Echegaray al considerar que no había elementos suficientes para sostener una acusación por homicidio culposo. La defensa adhirió a esta postura, mientras que la querella, representada por el abogado Marcelo Fernández, pidió que el caso se elevara a juicio, insistiendo en que sí existían pruebas que ameritaban continuar con el proceso.
El fallo judicial fue recibido con profundo dolor por la familia Rubiño, que desde el comienzo de la causa ha mantenido su postura firme en la búsqueda de justicia para Lucía. La jornada del martes no solo fue una resolución legal: también fue un reflejo del desgaste emocional de quienes han tenido que sostener su reclamo contra el paso del tiempo y el peso de un sistema que, según ellos, no respondió con la misma fuerza.