Una profunda conmoción se vive en la zona céntrica de Capital tras la muerte de una joven de 32 años, este sábado en la noche. La chica fue hallada sin vida en el interior de un departamento ubicado en calle Laprida, entre Ameghino y Urquiza. En el lugar actuó bomberos, policías y personal de la Unidad Fiscal de Investigaciones (UFI), que continúa investigando.
Según informó oficialmente la UFI en base a los primeros datos relevados en el lugar del hecho —sujetos aún a confirmación con pericias científicas y el examen de autopsia pendiente— la joven habría fallecido a causa de una combustión sin llamas (smouldering) generada por el uso de un horno encendido durante varias horas. Esto provocó una peligrosa emanación de gases como monóxido de carbono y cianuro, que terminaron consumiendo el oxígeno en el ambiente.
En el lugar, todas las hornallas y el horno estaban encendidos, aparentemente utilizados como método de calefacción. Se confirmó que la puerta del horno se encontraba abierta y no había ventilación adecuada: el departamento no contaba con campana extractora y tenía todas las aberturas cerradas. La combinación de estos factores habría generado una atmósfera tóxica, en la que materiales como madera y plástico comenzaron a combustionar sin llama visible, liberando gases letales.
Bomberos indicaron que los ambientes más afectados fueron la cocina y el comedor, donde se detectó temperatura extrema: la mampostería se resquebrajó y algunas partes se desprendieron. En cambio, las habitaciones y el baño solo tenían hollín en los techos, propio de la combustión incompleta.
El departamento estaba cerrado con llave, del lado interno de la puerta. Para ingresar, el padre de ella tuvo que romper la puerta con un martillo, al no tener noticias de ella.
La familia confirmó que Gabriela había ido la noche anterior al departamento —de su propiedad—, el cual estaba refaccionando para alquilar. Una amiga y sus allegados dijeron que no recibieron mensajes ni llamadas suyas durante el día siguiente. Un vecino declaró que alrededor de las 10 de la mañana sintió olor a quemado, aunque no le dio mayor importancia en ese momento.
El cuerpo fue retirado por orden de la fiscalía y trasladado a la Morgue Judicial, donde se realizará la autopsia correspondiente. En el lugar se secuestraron un juego de llaves, una escofina, y el teléfono celular iPhone, que fue hallado en el único bolsillo del pantalón que permanecía adherido al cuerpo. El departamento quedó clausurado, con consigna policial, y se procedió a cortar el suministro de gas y energía eléctrica.
La investigación sigue en curso. Se aguardan los resultados de las pericias complementarias y el informe forense para determinar con precisión la causa de muerte y los factores que contribuyeron al fatal desenlace.
Intervino el fiscal Francisco Micheltorena de la UFI Delitos Especiales.