Tras conocerse que una clínica sanjuanina perdió más de $100 millones por un virus informático, este martes se difundió otro caso. Esta vez fue un mayorista que sufrió la fuga de millones, en minutos, por un ataque virtual.
Se trata de “Rafael Moreno- Autoservicio mayorista” que sufrió el ataque en una de sus cuentas, en poco tiempo. “Se está investigando y al parecer, es la misma especie de virus. Viene normalmente a través de los correos, de PDFs o de links. En estos casos, entiendo que la vía correcta es la civil para litigar para abordar si realmente el banco omitió controles que debe realizar”, detalló en radio Sarmiento, Pablo Martín, fiscal de Delitos informáticos y estafas, del Poder Judicial.
“Lo que observamos permanentemente es que estas “cuentas mulas” que reciben grandes montos han sido creadas apenas días antes. Llama la atención que una cuenta que reciba 40 a 50 millones en una operación. No tengo con precisión el monto de Rafael Moreno que se fugó a otras cuentas bancarias pero se congelaron entre 38 a 40“.
“Se hicieron entre 10 a 15 transacciones de 10 a 15 millones de pesos, cada una. Cada operación tardó entre 2 a 3 minutos y el banco debería haber advertido ese drenaje de dinero. Incluso intentaron sacar un préstamo de 18 a 20 millones de esa cuenta, que fue anulado posteriormente“, explicó.
“En cuestión de minutos vaciaron la cuenta bancaria. Encontrar a los responsables es muy difícil ya que no están en el país y el dinero va a bitcoins o a dinero digital. Ahí es imposible seguir la trazabilidad. Ahí todas las investigaciones judiciales a nivel país y a nivel mundial, terminan más o menos en lo mismo. Es decir, en determinar que el destino final de los activos digitales no se pudo rastrear”, resaltó.
Ante la complejidad y velocidad de estos delitos hubo enfoque en la ciberseguridad. “El banco debe reaccionar cuando detecta operaciones que no son a cuentas conocidas, sino a todas cuentas de alta en ese mismo instante. Los sistemas de control bancario van a tener que ser un poco más exhaustivos o efectuar lo que se conocía antes como parking, o al menos dejar que se haga la transferencia, pero congelarla o indisponerla por algunas horas, hasta tanto confirme la velocidad. También, las empresas tendrán que invertir en ciberseguridad“, reflexionó.