Hugo Gallardo no se olvidará jamás lo que vivió el miércoles en la madrugada cuando trabajaba como remisero. Alrededor de las 3 de la madrugada asistió a cubrir un viaje que fue contratado por la aplicación de una reconocida remisera. A partir de ahí se desencadenó lo peor. Un hombre con un revolver le dio una brutal golpiza y producto de esto, el remisero perdió el ojo.
“Fui al domicilio, saqué una pareja. Al llegar al domicilio que me indicaron en La Bebida, me toma por detrás el masculino y me empieza a pegar con la culata del revolver intentando robarme el teléfono y la plata. En ese forcejeo, por los golpes tuve la mala suerte de que me vació el ojo, se reventó. Lamentablemente la lesión es irreversible“, expresó Hugo en radio AM1020.
“En el momento en el que me dispongo a cobrarles, él me toma de atrás, de sorpresa. Ahí directamente empieza a pegarme, diciendo que le de el celular y la plata. Ahí nunca me dejó. Yo me defendía, no hubo discusión, ni malentendido. Hubo violencia”, señaló aclarando que mientras el ladrón golpeaba al remisero, la mujer que lo acompañaba esperaba fuera del vehículo sin intervenir en nada.
Captura AM1020
De acuerdo a su relato, el delincuente le había dicho que cuando llegaran a los 5 mil pesos le avisara porque no tenía más dinero. En el trayecto pasaron por Marquesado, por calle Morón y llegando a Ignacio de la Roza le pidió que cortar camino por un descampado, a lo que el remisero se negó. “Le dije que estaba llegando a 5 mil pesos pero me dijo que siguiera porque tenía dinero”, recordó. El lugar donde se desencadenó todo fue una zona sin iluminación, totalmente oscuro, lo que facilitó el accionar del delincuente.
Luego agregó: “él dejó la puerta de atrás abierta y yo con una mano lo trataba de distanciar y con la otra mano intentaba que me dejara de pegar con el revolver. Él se cae, me apunta por la ventana. Yo hago para atrás para tratar de arrollarlo y ahí me escapé con la puerta trasera abierta. Llegué al hospital Marcial Quiroga donde me intervinieron en una primera instancia y luego me llevan al Rawson donde me operaron. Me tuvieron que sacar el ojo porque quedó reventado”.
Ahora la policía está investigando lo ocurrido y Gallardo espera que se haga justicia. “Lo mío es irreparable. Más allá de la condena que él pueda recibir. Ahora no se qué voy a hacer. Es la duda el saber cómo voy a seguir“, finalizó confesando: “nunca sufrí tanta violencia”.