El sábado 2 de agosto de 2020 marcó un antes y un después en la vida de la familia Chávez. Braian, un joven de 21 años del Barrio Marquesado III, en Rivadavia, fue asesinado a puñaladas por tres jóvenes que lo confundieron con otra persona. Cinco años después, su madre, Lidia Chávez, sigue enfrentando ese mismo dolor, como si el tiempo no hubiera pasado.
“Ya mañana cinco años pero parece que fue ayer. Lo vivimos como que todo esto es una mentira, pero es real. Para nosotros ya son cinco años, y lo estamos viviendo siempre con el mismo dolor“, expresó con la voz quebrada a Diario La Provincia SJ.
El caso tuvo sus primeros avances judiciales recién en 2024. Facundo Leiva y Franco Jesús Diego fueron condenados a 17 años de prisión efectiva por el crimen. Sin embargo, el tercer imputado, que al momento del hecho era menor de edad, fue absuelto hace unos días por falta de pruebas. Este último juicio fue llevado adelante a partir del 2 de junio por la jueza María Julia Camus y el fiscal Carlos Rodríguez, en el fuero de menores. Este viernes, el fiscal confirmó a la madre la absolución.
“Yo fui la primera en declarar. Fue recordar todo. Eso no lo voy a olvidar nunca, todo lo que me preguntaron, todo lo que expliqué, todo lo que pude hacer y no pude. Conmigo personalmente, eso no me lo voy a olvidar nunca“, relató Lidia.
Según explicó, tras años de espera, en junio se realizó la primera audiencia de esta última etapa judicial, seguida por una inspección ocular en el lugar del crimen el pasado 25 de julio. A pesar de los años de lucha, la absolución del último acusado por falta de pruebas le dejó una herida más. “Lo único que yo quiero es justicia nada más. Que Braian pueda descansar en paz y nosotros también“, expresó la mamá.
En medio del dolor, Lidia rescata los recuerdos más luminosos de su hijo. “Braian ha sido un loco lindo”, contó entre lágrimas, al recordar al joven que organizaba las fiestas y estaba siempre para los demás.
“Siempre llamaba y decía, ‘mamá, ¿qué vamos a hacer ahora? ¿Qué te vas a hacer para tu cumpleaños?’ Y con él me iba a trabajar. Braian ha sido un loco muy bello, un ser muy divertido, siempre estuvo para todos, siempre ha sido un buen amigo”, recordó.
Este sábado, sus amigos se reunirán en “la grutita”, donde descansan sus cenizas, para recordarlo con una coca, algunos cigarrillos y anécdotas que lo mantienen presente.
“Mantengo la fuerza por él, por los que están y por todos los que me rodean. Tengo mis nietos que me necesitan de pie. Dios me puso una prueba muy difícil, pero dice el padre que se la pone a la gente fuerte. Ya trato de ser fuerte”, finalizó subrayando que “este dolor es hasta el final de uno“.