En la mañana de ayer, luego de un extenuante operativo de búsqueda, se dio el peor final en las Salinas Grandes, en el norte cordobés. El cadáver de la sanjuanina Rosalía Arbo, de 72 años, fue encontrado en el interior del Renault 9 gris en el que viajaba con su marido, de la misma edad, hacia Jesús María. El auto estaba en un camino de tierra a unos 60 kilómetros de ruta 16.
A simple vista, no tiene heridas, por lo que se abona la teoría de una descompostura e infarto. Su esposo, Ramón D’ Virgilio no fue encontrado y los investigadores retomaron a primera hora la búsqueda. Los policías creen que el jubilado se bajó del auto para buscar ayuda y se perdió.
El terreno es agreste, hay fauna diversa y la temperatura es altísima. Ayer, llegó a los 45 grados. Del operativo, comandado por el fiscal Martín Bertone, participan decenas de policías, bomberos, efectivos de Defensa Civil y baqueanos, detalló el diario La Voz. La ayuda del helicóptero policial resultó vital ayer.
Según la hija del matrimonio que los esperaba en Jesús María, el jueves pasado en la última comunicación telefónica, el hombre les había dicho que se había equivocado en un desvío de ruta en Cruz del Eje.
Luego, se lo vio pidiendo ayuda en una estación de GNC. Un playero les explicó cómo hacer para llegar hasta Jesús María. Por lo tanto, todo indica, sin embargo, que el conductor se equivocó de camino y encaró hacia las Salinas Grandes.
La suposición de los investigadores es que, en la desesperación, el hombre habría tomado un camino de tierra, ya de noche, y al final se detuvo por algo no determinado (quizá la mujer se descompuso), tras lo cual se bajó del coche.
La jubilada fue hallada muerta en el auto, a la altura del paraje Cantera de Unquillo, unos 30 kilómetros al norte de Quilino.