Por primera vez en la historia de San Juan, una mujer ocupará la Subjefatura de la Policía. Se trata de la Comisario General Licenciada Cintia Álamo, quien fue designada por el gobernador Marcelo Orrego para ocupar el segundo cargo más alto dentro de la fuerza de seguridad provincial.
El nombramiento de Álamo marca un antes y un después en la Policía de San Juan, representando un avance significativo hacia una estructura más equitativa y representativa. Su designación fue calificada como un verdadero hito institucional en materia de seguridad y género.
Una trayectoria al servicio de la seguridad y la comunidad
Cintia Álamo comenzó su carrera policial el 1 de enero de 1996 como Oficial Ayudante. Desde entonces, ha ocupado puestos clave dentro de la fuerza, destacándose por su compromiso, profesionalismo y una visión sensible en el abordaje de temas complejos.
Durante 11 años lideró la antigua Sección de Seguridad Personal, donde brindó acompañamiento a víctimas de violencia de género y abuso sexual. También participó en la creación de la Comisaría de la Mujer, antecedente directo de las actuales unidades especializadas CAVIG y ANIVI.
En su paso por la Sección Defraudaciones y Estafas, Álamo impulsó investigaciones contra el ciberdelito y logró desarticular bandas que operaban de manera remota. Luego, como jefa de Policía Científica, tuvo un rol clave en la implementación del nuevo sistema acusatorio y en peritajes de alto perfil en escenas del crimen.
Su último cargo fue en la jefatura de la Unidad Coordinadora de Departamentales, donde estuvo al frente de comisarías, subcomisarías y unidades operativas en toda la provincia. Desde allí promovió mejoras logísticas y operativas, como la creación de formularios para agilizar la intervención en siniestros viales.
Reconocida por abrir caminos
Álamo ha sido distinguida por organizaciones civiles y empresarias de San Juan por su rol pionero dentro de la institución. Fue la primera mujer policía en cruzar los Andes a caballo, en homenaje a la gesta sanmartiniana, un gesto simbólico que refleja su liderazgo y vocación.
Con casi tres décadas de servicio, su trayectoria se convierte en un símbolo del camino que empieza a recorrer la Policía de San Juan hacia una conducción más diversa y representativa.