Este martes, pocas horas después de abierto el comicio en el Sindicato Empleados de Comercio, se produjo una gresca de la mano de un grupo de militantes que arribaron desde la localidad bonaerense de La Matanza y que habrían venido a apoyar al actual dirigente Raúl Ávila. Tras este hecho, personal policial montó un operativo para asegurar la votación a los casi cuatro mil afiliados. Según informó el secretario de seguridad, Gustavo Fariña, se dispuso la presencia de 15 efectivos tanto afuera como adentro del local para controlar el despliegue eleccionario. 

En este escenario, cerca del mediodía arribó al sindicato el actual secretario general, que a su vez se postula como candidato, y aseguró que la gresca que ocurrió en la mañana debe resolverse en el ámbito de la justicia. 

Corto de palabras y con algunos rodeos, Ávila aseguró que “no se sabe bien qué ocurrió” ni quiénes son los que la produjeron. Ante la aseveración de la prensa de que era gente de La Matanza que respondía al dirigente del SEC en aquella localidad, el diputado por la provincia de Buenos Aires, Rubén Ledesma, Ávila dijo “puede ser”. “Siempre surgen los apoyos”, agregó evitando emitir declaraciones.

Luego aclaró que todo lo ocurrido en el sindicato “debe resolverse en la justicia” y “no hay que intervenir”. Por último desmintió los dichos que surgieron en el lugar de que llegó al sindicato con sus custodios. “Son militantes”, aclaró.

Las elecciones se desarrollarán hasta las 20 y se espera que voten 3.700 afiliados de los más de 15 mil empleados de comercio que hay en la provincia.