Este 28 de septiembre se cumple un año más, 11 ya, del femicidio de Rocío Villalón (16), a manos de Fernando Flores (23), quien actualmente cumple prisión perpetua. Se trata del segundo caso con esa carátula después del de Cristina Olivares, pero el primero que involucra a una menor como víctima.

La tía de la adolescente Victoria Villalón, con motivo del aniversario de su muerte, renovó el pedido de justicia para “todos” los involucrados en el brutal ataque que sufrió su sobrina. También pidió el pleno cumplimiento de la Ley de Víctimas, por la cual se debe avisar a los familiares antes de otorgar un beneficio a un femicida.

“Seguimos pidiendo justicia, queremos que caigan todos los responsables, que el femicida cumpla la condena que es perpetua”, dijo Victoria a Diario La Provincia SJ.

“En esta fecha, lo que más recordamos es todo lo que se trabajó para poder llegar al juicio; antes eran dos años y prescribía”, comentó sobre los momentos duros que tuvieron que pasar antes de que llegara la condena en 2015. “Siempre íbamos al juzgado porque teníamos miedo de que si pasaba ese tiempo le dieran la libertad”, recordó.

Por las heridas que tuvo Rocío, aseguran que Flores no actuó solo. “Nos costó que se caratule como tal, gracias a Dios se logró, pero fue una condena a medias porque quedó mucha gente involucrada fuera. Hasta el día de hoy no sabemos quiénes son”, expresó.

En relación al cumplimiento de la Ley de Víctimas, agregó: “Seguimos abogando por la ley de víctimas para que en caso de que él solicite un derecho, se avise a las familias primero”.

En este sentido, dijo: “Muchas veces le dan beneficios y nos avisan después a los familiares. No se está cumpliendo acá en San Juan”. Es que a los condenados a prisión perpetua, a partir de los 25 años, pueden pedir algún tipo de beneficio.

La Asociación de Familias Unidas por el Dolor del Femicidio sigue acompañando a los familiares y a las víctimas de violencia de género en los juicios.

En esta línea, aseguró que la justicia está deshumanizada: “Nosotros la pasamos muy mal en todo el proceso del juicio, fuimos muy maltratados. Por ahí no nos permitían entrar al recinto o hacer ruido. Es inevitable llorar o ponerse mal al escuchar todo lo que le pasó a Rocío”.

Con el dolor del recuerdo vivo de Rocío, reconstruyó cómo fue la muerte de la adolescente: “Según lo que se habló en el juicio, le arranca la mandíbula con una botella de cerveza. Luego, le destruye el rostro y la termina estrangulando para dejarla abandonada en una acequia en Lemos y calle 8. La encontró un policía, sufrió muchísimo, agonizó mucho y fue tremendo lo que pasó”, reflexionó sobre el sufrimiento de una víctima y su familia, y lucha para que a nadie más le toque.

Actualmente trabaja en CAVIG y aseguró que, como en aquella época, en septiembre se exacerba el clima y aparecen muchos casos de violencia. “No sabemos por qué, pero los casos se triplican”, dijo la mujer que, después del femicidio de su sobrina, comenzó con los acompañamientos a las familias y en los refugios.