Cuando el 17 de diciembre pasado, los Bomberos Voluntarios de Caucete fueron desalojados del predio donde tenían su cuartel, la angustia invadió a muchos de sus trabajadores. Por más de una década, ellos tenían las instalaciones en un terreno con casa prestada a raíz de que la construcción de su propio cuartel está detenida.
En su nueva vivienda, una casa prefabricada sin lugar donde guardar las tres autobombas, trabajan desde ese día auxiliando incendios y todo tipo de pedidos de ayuda. Sin embargo, su mayor herramienta, los vehículos estaban a la intemperie y expuestos a todo tipo de daños. Por eso es que un grupo de trabajadores decidieron levantar una estructura que resguarde las movilidades.
El viernes y sábado último, casi una decena de bomberos pusieron manos a la obra y con sus propias herramientas y sin ayuda de nadie levantaron un tinglado. De día y de noche, la actividad se hizo intensa pero la motivación era mayor. Los fuertes calores del verano con el sol azotando en todo momento y las lluvias del fin de semana pasado, generaron la preocupación en el personal que temió un deterioro de las unidades.
“Es una gran felicidad poder haber terminado este tinglado para nuestro cuartel y demostrando que estamos capacitados para cualquier cosa. Gracias a todos los que aportaron un granito de cada uno”, expresó Fernando Salinas, uno de los bomberos que puso todo para ver terminado el espacio que protegerá a las autobombas de ahora en más y hasta que tengan un cuartel.