Hace dos años, Paula Napoli, directora del centro de día Andares, comenzó a gestar un proyecto que hoy no solo brilla en las ferias de San Juan, sino que también ilumina el camino hacia la inclusión laboral de jóvenes con discapacidad. Su nombre es simple pero revelador: Brishy. Un producto cargado de color, brillo y sobre todo un fuerte propósito de inclusión. 

Mi motorcito para este proyecto fue generar un emprendimiento en el que pudiera dar trabajo a personas con discapacidad, trabajando a la par”, explicó a Diario La Provincia SJ, Paula Napoli, quien está al frente del centro desde hace cuatro años. La idea nació como una iniciativa personal y fue tomando forma a medida que se verificaba su viabilidad en el mercado. “Primero fabriqué sola y me puse en distintas ferias. Vi que el producto gustaba, que tenía aceptación”, recordó.

Toda la producción la realizan alumnos del Centro Andares. Foto: Maximiliano Huyema/Diario La Provincia SJ.

 

Una vez comprobado que el glitter en gel era viable tanto comercial como técnicamente para ser producido de manera autónoma por los jóvenes, comenzó una etapa de transición hacia la producción colectiva. “Cuando todo estuvo firme, ahí recién incorporamos a los chicos”, contó Paula.

De la pasión a la inclusión

La elección del glitter no fue azarosa. “A mí siempre me gustaron los brillos. Quise unir mis intereses con algo que pudiera motivarlos a ellos y que fuese sostenible en el tiempo”, detalló. Y agregó: “Ellos tienen muy buen manejo de la motricidad fina, algo fundamental para el envasado del producto”.

Los chicos trabajan con mucho empeño. Foto: Maximiliano Huyema/Diario La Provincia SJ.

El glitter en gel que producen es hipoalergénico, fácil de retirar con agua y viene en distintas presentaciones y precios. “Pensamos en que sea accesible para los niños, que no sea un problema para los padres comprarlo. Es un producto pensado en todo sentido”, aseguró.

Un trabajo real

El proceso productivo está cuidadosamente dividido por turnos en el centro Andares. El turno de la siesta (de 12:30 a 16:30) se encarga de la elaboración del gel; mientras que el turno vespertino (de 16:30 a 20:30) lo fracciona y lo comercializa. “Los más autónomos son quienes salen a vender a las ferias. Hoy en día, solo ellos están cobrando  por su participación”, aclara Paula.

 

Los alumnos cumplen con cada etapa de producción. Foto: Maximiliano Huyema/Diario La Provincia SJ.

Además, el proyecto contempla una nueva etapa: llevar los productos a espacios como academias de danza o gimnasia artística, donde los jóvenes venderán en grupo y usarán parte de las ganancias para actividades recreativas. “En estos casos, reciben un 25% de las ventas. Es una forma de incentivar el trabajo en equipo y el esfuerzo compartido”, explica.

El éxito del proyecto no se limita al stand de venta. Padres, tutores y la comunidad emprendedora de San Juan también forman parte activa. “Los padres son clave. Sin su apoyo, esto no sería posible”, destacó. “Se han armado redes muy lindas. En las ferias, los ves a todos orgullosos, acompañando a sus hijos”.

 

El emprendimiento llegó a la Feria de las Artesanías. Foto: Maximiliano Huyema/Diario La Provincia SJ.

Brishy ha sido reconocido por múltiples programas de apoyo emprendedor, como Mujeres Más, y ha recibido premios en ferias como la del Paseíto, donde la comunidad valoró el trasfondo social del proyecto. “Muchos emprendedores me apoyan porque saben que, si bajo mis costos, puedo subir el sueldo a uno de los chicos”, afirma.

Un producto que ya tiene nombre y rostro

La repercusión del proyecto es innegable. “Cuando vamos a una feria, la gente ya nos conoce. Nos dicen: ‘Ahí están los chicos de Brishy’”, contó entre risas. Brishy es la marca bajo la cual comercializan el producto, y que hoy cuenta con presencia en redes sociales y un catálogo virtual para compras vía WhatsApp. (2646 99-7553)

 

En la Feria de las Artesanías muchas personas se conmovieron con el emprendimiento. Foto: Maximiliano Huyema/Diario La Provincia SJ.

Paula lo resume con claridad: “Este proyecto nació para que ellos algún día puedan vivir de esto, como cualquier otra persona. Que puedan salir, vender, hablar con un ministro, defender su trabajo. Y lo están logrando”.

La última edición de la Feria de las Artesanías fue el primer gran evento donde los chicos atendieron su local y promocionaron su producto con una importante repercusión. Glitter es, sin dudas, mucho más que brillo: es inclusión, autonomía y trabajo en comunidad.