Hace una semana una noticia impactaba fuertemente en la opinión pública sanjuanina. El periodista y conductor de noticiero de Telesol, Marcelo Yacante fallecía de un paro cardíaco en la puerta de su casa y con sus hijos como testigo. El hecho generó una gran conmoción en miles de personas que se volcaron a las distintas redes sociales para expresar el pesar. Este viernes, a una semana de la tragedia, Carolina Muñoz, esposa de Yacante, se volcó a su cuenta de facebook para exteriorizar el dolor que lleva consigo desde hace siete días.

El mensaje lo cargó en su cuenta personal a penas comenzó este viernes y allí, entre otras cosas, confesó que a ella y sus hijos “nos falta el aire” por el gran dolor que sienten. A su esposo lo definió como “un ser de luz” que “amaba a su familia” y “siempre estaba presente para resolver cada dificultad”.

“Era un hombre sencillo, caballero, humilde, generoso, siempre con sus chistes y esas historias que apasionaban a cualquiera”, lo recordó. 

A continuación el mensaje completo 

 

A una semana de su partida siento la necesidad de escribirles para agradecer todo el apoyo recibido en un momento tan difícil de nuestras vidas. 
Todas las palabras, las expresiones de afecto y sobre todo el cariño que demostraron por mi marido es razón suficiente para estar infinitamente agradecida. Marce era un ser de luz que iluminará por siempre nuestro camino. Amaba a su familia, siempre estaba presente para resolver cada dificultad, cada preocupación, cada necesidad…Estaba pendiente, atento, sus hijos eran su vida y él era todo para ellos y para mí, porque lo amábamos tanto que nos falta el aire. Disfrutaba de los pequeños momentos y esos cafecitos que tenían un dejo de travesura a los que llamaba “reunión de trabajo” y eran largas charlas entre amigos sobre la vida, sólo eso, la vida que tanto amaba. Era un hombre sencillo, caballero, humilde, generoso, siempre con sus chistes y esas historias que apasionaban a cualquiera…quienes lo conocieron sabrán que tenía un gran corazón y quienes lo vieron por la pantalla durante tantos años, déjenme decirles que era lo que reflejaba cada día, amable, responsable, gracioso, sensible a todo. Lo movilizaban mucho los ancianos y sobre todo los niños, porque no concebía que pasaran necesidades, hacía propio el dolor ajeno y varias veces lo vi sufrir por una situación injusta. Será porque en su vida le tocó de todo y pudo sobreponerse, será porque el destino ya había marcado su camino, sabiendo que su obra y su ser llegarían a tanta gente, será que era especial, seguro que sí, lo era. Amaba su profesión y su huella será imborrable. Lo admiraba a más no poder. Siempre se lo decía. Tenía un carisma y un manejo de la palabra único, él era único. Voy a extrañarlo con el alma.