Hace dos años, Elizabeth Castro estaba en un local de ropa interior cuando escuchó que otra clienta pedía un corpiño para mastectomía. La empleada del negocio desconocía de la existencia de ellos y la mujer se fue con las manos vacías. Ese fue el puntapié que originó la creación de Circe Lingerie.
Elizabeth es sanjuanina, pero estudió diseño de indumentaria en Buenos Aires, y al volver se dedicó a la lencería usual hasta que encontró este nicho. “Me especialicé en lencería y corsetería, y cuando le conté a mi profesora sobre esta idea le pareció fabuloso y me ayudó en todo esto”, contó la emprendedora a Diario La Provincia.
De encaje, de lycra, con puntilla, distintos diseños pensados para hacer lucir y sentir sexy a cada mujer que pasó por ese doloroso proceso. “Todo es totalmente adaptable. Llevan un compartimiento en donde ellas le introducen la prótesis. Es complejo el armado. Todos los elásticos son afelpados, e incluso algunas costuras son por afuera para evitar el roce. Ellas se someten a una radioterapia o quimioterapia que es como si te quemaran la piel. Eso queda muy sensible entonces tiene que ser un corpiño que no les moleste, que sea suave al tacto, con telas hipoalergénicas”, agregó.
Un corpiño de esas características, comprado en el exterior, cuesta alrededor de $1000, mientras que los de Circe rondan entre los $500 y los $600. “Es un trabajo totalmente artesanal. Si bien tanto los corpiños como los trajes de baño vienen por talles, también hago pedidos a medida, porque por ejemplo, el compartimiento para la prótesis depende de lo que ella tenía antes”, explicó.
El año pasado ganó con este proyecto fondos del Capital Semilla, lo que le dio un impulso para seguir, y sueña con expandirse más allá de San Juan. “Quiero llegar a todo el país, porque los diseños están y la demanda también”, sentenció.
Quien esté interesado en contactarse con la diseñadora, lo puede hacer al teléfono 155600541.