La Ley Nacional 26.657 se enfoca en los derechos de las personas que tienen padecimientos mentales y la necesidad de su abordaje desde lo comunitario, por lo que lleva a la internación como último recurso para el tratamiento de la patología. Fue sancionada en el año 2013 pero hace aproximadamente un par de años recién se va implementando en San Juan. Ante ello, Laura Tamarit, directora del Hospital General Dra. Julieta Lanteri, ex Neuropsiquiátrico de Zonda, dio a conocer cómo se está trabajando con las personas que habitaban o están aún en el lugar y de qué manera se tratan las patologías en los distintos dispositivos.
“La Ley Nacional se aplica en San Juan en la medida en la que se puede, ya que la transición es bastante larga. Por ejemplo, en lo que era el neuro dejo de serlo. En el 2014 se empezó con la obra de refuncionalización del hospital neuropsiquiátrico estando ya vigente la ley. Una de las cosas que dice la ley es que no puede haber hospitales neuropsiquiátricos o monovalentes ni clínicas privadas monovalentes. Cuando comienza a funcionar el neuro con la ley se le cambia el nombre a Hospital General Julieta Lanteri”, señaló la psiquiatra a Diario La Provincia SJ.
La profesional manifestó que hay un gran avance en lo que respecta a la calidad de vida de los pacientes. “Actualmente hay 44 pacientes internados. Hace dos años y unos meses, cuando ingresé, había 125 personas internadas”, destacó. Hay que tener en cuenta que esta calidad de vida en las personas que estaban internadas se logró debido a que, por un lado se trabajó con las familias, y por otro, para aquellas personas que estaban solas, se crearon residencias asistidas.
“Hay tres residencias que ya están ocupadas y se creará una cuarta. En estas residencias habitan las personas que hace más de 10 años están internadas y que no tienen familia o no tienen posibilidades de salir porque su condición o estado nos dice que verdaderamente no pueden. Lo cierto es que la mayoría ha vivido en ese espacio gran parte de su vida y lo que se hace es generar en su mismo espacio casas para ocho personas con todas las comodidades, 250 metros cuadrados, un enfermero, tres baños. Son habitaciones y no salas de hospital y están verdaderamente mucho mejor”, agregó la directora, quién comentó también de qué manera se trabajó con las familias para sacar a las personas adelante.
“Los familiares forman una parte importantísima de cualquier tratamiento. La familia no es que siempre acompaña porque quiere, sino que tiene una obligación para con sus familiares y de hacerse cargo. Históricamente se los internaba porque pensaban que iban a estar mejor cuidados y porque no existía la cantidad de medicamentos que hoy tenemos. Tal vez era cierto pero hoy con lo farmacológico una persona con trastornos mentales puede funcionar muy bien, salvo raras excepciones”, agregó la psiquiatra quién aclaró que no fue tan sencillo el acordar con la familia ya que algunos pusieron resistencia a través de recursos legales.
“Hubo casos de familias que ante la mínima citación para pedirles cosas han metido abogados para evitar la externación, pero lo cierto es que uno no puede seguir teniendo personas que no necesitan estar internadas, es cruel. Hay familias que si trabajaron y permitieron que los acompañemos y vamos trabajando todo el tiempo. Pero también hay mucha gente que no tiene a nadie y ellos son los que siguen en el hospital. A este tema lo trabajamos también con la justicia, hoy por hoy la justicia acompaña la transformación y entiende que es una ley y que no hay mucho para negociar en algunos aspectos y en otros sí. Nosotros tenemos internadas algunas personas por cuestiones penales, fueron declarados inimputables y se toma la internación como medida de seguridad”, explicó Laura, quién dio a conocer que también hubo casos de familias que intentaron internar a la persona que se había dado de alta en una institución privada pero no los recibieron por no contar con criterio de internación.
“Eventualmente si alguna persona se descompensa y tuviera criterio de internación, debe internarse en el hospital que corresponde por su domicilio o en clínica, de contar con obra social. Pero hay dispositivos intermedios como hospitales de día, centros de día comunitarios, casas de medio camino. En San Juan hay bastantes dispositivos entre lo público y lo privado que estamos adelantando pero lo cierto es que nos falta un montón. Tenemos residencias asistidas y dispositivos y hay un montón de cosas que se pueden hacer pero tampoco es que está todo dicho”, aclaró Tamarit, en referencia también a que tanto las personas internadas como aquellas que están externadas realizan terapia ocupacional y recreativa que forma parte del tratamiento terapéutico.
“Hacen deportes, caminatas, actividad física que acompañan el tratamiento de salud mental aparte de psicología, psiquiatría, enfermería, abordaje social, musicoterapia. Talleres con el odontólogo para aprender a lavarse los dientes, entre otras cosas”, agregó la directora.