En el corazón de los cerros de San Juan, nació Verdesierto, un proyecto que transforma cada caminata en una experiencia de educación ambiental profunda y conmovedora. Su fundadora, Sofía Lis Llopiz,  encontró en los paisajes del Valle de Zonda  la inspiración para poner en marcha una idea que atrae a muchos sanjuaninos y turistas sobre todo en estas vacaciones de invierno.

La propuesta incluye senderismo como una forma de conocer la geología de San Juan.

 

El origen: una charla, una montaña y muchas preguntas

“Verdesierto surge hace muchos años caminando por la montaña con amigos de la vida”, relató a Diario La Provincia SJ,  Sofía.

“En esas caminatas surgían dilemas que la geología suele responder bastante bien… dilemas que cualquier persona tiene al mirar suficiente tiempo el paisaje”, aseguró.   De esas charlas espontáneas nació una vocación. Y de esa vocación, un oficio: contar historias verdaderas, ancladas en el tiempo geológico, que permiten entender la tierra. 

 

Mucha historia y datos increíbles se conocen en estos senderos.



La pandemia de 2020 marcó un antes y un después en la vida de Sofía. Ella se mudó al Valle de Zonda con su pareja y reconectó con los escenarios de sus primeros viajes de campo.

El aislamiento fue también un reencuentro. “Una amiga me pidió que la ayudara con su proyecto de astroturismo y ahí descubrí al visitante consciente. Gente que solo quería escuchar una buena historia en la naturaleza”, recordó. Así nació formalmente Verdesierto.

 

Los niños conoce muchos datos sobre San Juan.

Lo que comenzó con intuición, sensibilidad y vocación ambiental se transformó en un emprendimiento con identidad propia. “Aprendí el modus operandi de las redes, cómo forjar un proyecto, y también me ayudó la experiencia de haber trabajado de todo durante muchos años”, contó.

 

Quiénes son los geonautas

El público que elige Verdesierto es tan variado como los paisajes que recorren. “Les llamo con aprecio ‘Geonautas’. Son personas fuera de serie”, aseguró Sofía con una sonrisa.

Niños de dos años, adultos mayores, geólogos de otras provincias, embarazadas que sienten a sus bebés “nadar como los primeros vertebrados en los océanos cámbricos”, todos encuentran en la propuesta algo que los interpela. “Siempre tienen algo en común: son personas sensibles. Suspiran igual cuando miran a través de las lupas”, remarcó.

Los senderos son elegidos cuidadosamente para que todos disfruten y aprendan.

Senderos que enamoran… y otros que duelen

Verdesierto ofrece una “carta” de destinos con gran diversidad de paisajes y procesos geológicos. Sin embargo, no todo es belleza intacta. Algunos senderos han sufrido el impacto de obras como el Acueducto del Gran San Juan. “Se destruyó uno de nuestros senderos más queridos al pie del cerro Blanco. Era un lugar con flora ejemplar, túneles de breas, restos paleontológicos… y hoy solo hay un área planizada sin vida”, lamentó.

Ese daño llevó al equipo a cambiar el enfoque: “Por un tiempo decidimos no volver con visitantes, sino trabajar en campañas de restauración con la comunidad”.

 

Personas de todas las edades participan en los recorridos.

La propuesta ha ido incorporando elementos que los turistas pidieron o que la intuición le sugirió sumar: paseos nocturnos con luna llena para hablar de geología lunar, conciertos de guitarra instrumental fundidos con el entorno natural, y herramientas como catalejos, lupas, imanes o coladores para hacer más didáctica la experiencia.

Hoy, los geonautas no solo caminan: piden material para estudiar, infografías, nombres de libros, e incluso consultan a Sofía por dudas geológicas existenciales. “Me gusta que se apasionen. Siempre les digo que si les surge una pregunta geológica urgente, me avisen y vemos cómo proceder”, remarcó.

 

Hay senderos increíbles que maravillan a todos los visitantes.

 

Una vida dedicada al conocimiento y la protección

Detrás de cada caminata hay horas de estudio, gestión, comunicación y militancia ambiental. “Verdesierto es muy demandante. Estudio mucho. Hago el diseño, manejo las redes, preparo los contenidos. Nunca se deja de aprender”, explicó.

Una parte importante de su trabajo se centra también en la conservación. Desde investigar junto a otros geólogos nuevos sitios de interés, hasta presentarse en escuelas, limpiar senderos o reunirse con autoridades. Todo con un mismo fin: que esos lugares sigan existiendo y sean valorados como patrimonio natural y cultural.

 

Recorridas llenas de risas y alegría en contacto con la naturaleza.

Para Sofía, San Juan es inagotable fuente de experiencias para destacar. “No me alcanzará la vida para abrazar la cantidad de millones de años y belleza que hay condensados en esta provincia”, recalcó.

“Recomiendo a todos los que amen la naturaleza y contar buenas historias que estudien geología y hagan de la divulgación al aire libre una forma de vida. Verdesierto fue, quizá, mi penúltima forma de amar la geología”, concluyó.

Contactos:

Redes: @verdesierto.geo

Teléfono: 2644998208