Los vehículos pasan veloces, como si su presencia no existiera. Para el conductor acostumbrado a transitar por el lugar, esa estructura de hierro pasa casi desapercibido. Sin embargo, para otros, es un emblema histórico que recuerda cuando el caudal de agua pasaba por ahí. Se trata del Puente de Hierro de Alto de Sierra, una obra de ingeniería del siglo XIX que atraviesa el Río San Juan y que forma parte del Paisaje Protegido Tres Puentes.
Ubicado en la zona limítrofe entre los departamentos Santa Lucía y San Martín, y a solo 17 kilómetros del corazón de la Ciudad de San Juan, este ícono silencioso de la historia argentina hoy luce en color bronce, muy diferente al multicolor que supo tener hace una década.
Construido tras una ley nacional de 1886 y con 244 metros de largo, el Puente de Hierro de Alto de Sierra fue el primero en cruzar el Río San Juan. Hoy, más de un siglo después, sigue en pie pero con vegetación avanzando sobre él.
En uno de sus laterales está el paseo peatonal, cuyas tablas tratan de resistir al tiempo. Sin embargo muchas ya se perdieron y dejaron los huecos que evitan que cualquier persona pueda transitar por ahí.
Como un emblema del patrimonio sanjuanino, este puente fue el primero en construirse sobre el Río San Juan, y marcó un hito fundamental para el desarrollo de las comunicaciones y el transporte en la región.
Una joya dentro del Paisaje Protegido Tres Puentes
El Puente de Hierro de Alto de Sierra forma parte del Paisaje Protegido Tres Puentes. Es que la enorme estructura de hierro, que fue clave en el siglo XIX para conectar regiones y favorecer el comercio y la movilidad, no está sólo. A su lado está el actual “y nuevo” puente que permite circular de manera vehicular y conectar de esta forma Santa Lucía con San Martín.
Pero kilómetros más adentro, donde la vegetación genera un escenario único, se ve el otro, el tercer puente, que es el del Ferrocarril Belgrano. Por ahí aún circula el Belgrano Cargas que transporta cargas principalmente desde la estación de Albardón.
Valor patrimonial y potencial turístico
El puente viejo nació en el año 1886, cuando la Cámara de Diputados de la Nación sancionó una ley que disponía la construcción de un puente metálico sobre el río. Por aquel entonces, el Ejecutivo dispuso una inversión de 146.176 pesos pensando en una estructura imponente para la época, realizada con lo más avanzado en ingeniería civil de la Argentina.
Así fue como nació con una técnica constructiva en hierro remachado que logró mantenerse con el paso del tiempo y se convirtió en una joya del patrimonio sanjuanino.