El avance del vandalismo en la Escuela Normal Sarmiento, ubicada en el corazón de la ciudad de San Juan, genera una creciente preocupación. A pesar de tratarse de un edificio declarado patrimonio histórico provincial, las paredes exteriores del establecimiento están cubiertas con graffitis que se han duplicado en comparación con años anteriores. La imagen que presenta actualmente el edificio dista mucho de la que debería ofrecer una institución educativa de gran valor histórico y cultural para los sanjuaninos.
Desde la dirección del establecimiento educativo señalaron que los hechos de vandalismo ocurren principalmente durante la noche o fines de semana, cuando el lugar queda sin vigilancia. Los ataques incluyen pintadas con aerosol, frases ofensivas y símbolos que atentan contra la estética y el respeto por la historia del edificio. Esta situación no solo genera malestar entre docentes, alumnos y vecinos, sino que también pone en jaque los esfuerzos por preservar el patrimonio arquitectónico de la ciudad.
Ante la reiteración de estos hechos, las autoridades escolares no descartan presentar un proyecto formal para instalar un enrejado perimetral que proteja el edificio. La medida buscaría evitar nuevos ataques y garantizar la seguridad del espacio sin afectar el funcionamiento habitual de la escuela.
La comunidad educativa insiste en que la conciencia ciudadana es fundamental para frenar esta ola de deterioro. “No se trata solo de cuidar paredes, sino de respetar lo que representa este edificio para la educación sanjuanina”, expresó una docente de la institución. Mientras tanto, la Escuela Normal Sarmiento sigue enfrentando un problema que va mucho más allá de la estética: el desinterés por la historia y la falta de pertenencia colectiva.