En medio de la creciente tendencia a posicionar el pistacho entre los productos preferidos como ingredientes para nuevas delicias, los alfajores de pistacho se convirtieron en una opción cada vez más elegida por los jóvenes sanjuaninos.
Este producto que tiene un importante número de hectáreas plantadas en San Juan se ha convertido en una propuesta innovadora que despiertan curiosidad en distintos paladares y generan ventas constantes a nivel nacional.
Una de las pioneras en elaborar los alfajores de pistacho en San Juan es Gabriela Vega, chef pastelera y creadora de un emprendimiento de alfajores artesanales “Las Mulatas”, que pone el acento en lo local y en la cocina sin desperdicios.
“Tengo venta de frutos secos y con ellos produzco alfajores regionales. Con los descartes o desperdicios realizo cuencos o piezas artísticas, como quieran llamarle. Es decir, una cocina sin desperdicio, poniendo en valor el producto regional”, explicó en diálogo con Diario La Provincia SJ, Gabriela Vega.
El pistacho, según detalla, es una de las flamantes estrellas de su carta de alfajores. Pero así como es tendencia también tiene sus contra a la hora de producir.
“La demanda todavía es poca porque no le gusta a todos como el maní o la nuez. Es un sabor nuevo que se está dando a conocer. Los jóvenes son quienes se atreven a probar y compran. Se vuelan”, destacó Vega.
“Es un producto costoso y con un sabor herbáceo natural, más suave cuando está fresco y más intenso cuando se tuesta. No es tan común para quienes estamos acostumbrados a otros frutos secos, pero al combinarlo con chocolate o frutas ácidas, logra un toque crujiente y diferente”, comentó.
Actualmente, Gabriela ofrece dos versiones de alfajores con pistacho: uno con masa de chocolate, corazón de frutos rojos y baño de chocolate semiamargo, y otro con masa que incorpora pistacho, relleno de dulce de leche y quinotos, con un toque de aguaribay.
Los precios rondan entre $2.500 (con frutos rojos) y $3.000 (con quinotos), mientras que el exclusivo alfajor de chocolate Dubái cuesta $3.500 y se prepara únicamente por encargo.
Si bien el pistacho que utiliza es de producción local, la pasta de pistacho –clave para lograr el sabor característico. Para Gabriela es todo un desafió contar con esta pasta porque al no tener la maquinaria adecuada para producirla debe pedirla a Buenos Aires. Los pistachos los adquiere en San Juan a un pequeño productor.
Con precios superiores a los alfajores industriales y un perfil gourmet, los alfajores de pistacho se consolidan como una alternativa distinta para quienes buscan algo más que lo tradicional y apuestan por sabores únicos. Por ahora solo los jóvenes se han convertido en un público más adepto en San Juan. Pero seguramente la ola expansiva alcanzara a más personas.
Gabriela con su emprendimiento “Las Mulatas Alfajores y cuencos” vende sus alfajores en ferias y todos los sábados y domingos en el Paseo Cultural Las Pulgas frente al Parque de Mayo.
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