Este jueves se cumple una semana que Julia Horn fue vista por última vez con vida. La joven turista de 19 años había confesado a sus amigos que quería hacer trekking en el cerro Tres Marías pero la fatalidad la encontró en el camino. A una semana de su muerte, el papá brindó una entrevista a la prensa nacional.
El pasado lunes, Peter Horn recibió la noticia de que su hija había sido encontrada muerta en un socavón en la quebrada de Zonda, a la altura del autódromo Eduardo Copello. Hasta ese días las esperanzas de que aparecieran con vida estaban presentes en él y su esposa pero también en todos los sanjuaninos que se vieron conmovidos por este hecho.
La chica tenía pasión por la montaña como su padre y su madre, con quienes había escalado los Alpes. Por eso no tuvo miedo al emprender el camino del cerro Tres Marías a la Quebrada de Zonda sóla. Y tras fallecer su padre confesó que ella amaba la montaña.
“Aunque nuestros corazones están llenos de dolor en este momento, no debemos llorar a los muertos, sino celebrar la vida. Sé que eso es lo que Julia hubiera deseado“, dijo conmovido el papá a diario Clarín.
Luego agregó: “Con gran alegría y compromiso, llegó a mucha gente con su naturaleza positiva. Me reconforta saberlo… Estamos abrumados por la ayuda y la compasión que nos han mostrado aquí. Ha significado mucho para mi mujer y para mí. Que completos desconocidos nos hayan ofrecido consuelo, demuestra el gran corazón que tiene la gente en Argentina“.
La familia Horn ya recibió el oficio judicial donde le informaban que podían disponer del cuerpo y proceder a cremarlo.
El deseo de la madre y el padre de la estudiante es poder volver con las cenizas de Julia a casa, en la ciudad de Múnster.
La madre, Cristine, ya retornó a Alemania. Pero el padre, quien viaja el sábado, quiso cumplir con un último deseo: ir por su cuenta al mismo sendero de cornisas donde murió su hija. Eso lo pudo cumplir este miércoles junto a un grupo de la ONG Youth For Understanding (YFU).