En un escenario en el que las búsquedas de personas desaparecidas en territorios difíciles se vuelven una carrera contrarreloj, una familia de San Juan logró destacarse por ponerse a disposición de la policía para ayudar en distintos operativos poniendo a disposición su propia tecnología. Se trata de un padre y sus dos hijos que cuentan con drones y que los usan para ayudar en la búsqueda y rescate de desaparecidos en la provincia. Juan Herrera y sus hijos, Martín (19), Franco (18) y Juan Andrés Herrera Alfaro (23) se han convertido en referentes en el uso de drones para la localización de personas en situaciones extremas.
El punto de partida fue hace más de un año, cuando la familia adquirió su primer dron con fines recreativos. Según relató Juan Herrera, Martín había realizado el curso de piloto de drones y estaba emocionado por tener uno para su hobby. “No sabíamos que ese dron era uno de los más grandes del mercado, especializado en cine y en búsquedas”, comenzó contando a Diario La Provincia SJ. Sin embargo, el destino les dio un giro inesperado.
El primer gran desafío llegó cuando la turista alemana Julia Horn se perdió en el Cerro Tres Marías. Ante la sugerencia de amigos cercanos a la policía, la familia decidió ofrecer su ayuda de forma voluntaria con el dron. “Mis hijos en ese momento se enteraron de ese caso, creo que era la primera vez que ellos prestaban atención a una persona desaparecida en San Juan. Entonces les pregunté si estaban dispuestos a que fuésemos a dar una mano con la búsqueda y me dijeron que sí. Mis amigos hablaron con gente del operativo y estuvieron de acuerdo en que fuéramos como voluntarios”, explicó.
Aunque al principio solo pensaban que su dron podría aportar en el caso, rápidamente se dieron cuenta de su capacidad para cubrir vastas áreas en poco tiempo. “Con ese dron pudimos hacer cerca de 25 hectáreas en 7 minutos, volando tranquilo y despacio”, recordó Herrera quien destacó: “Ese día pudimos compartir espacio con otras fuerzas de seguridad y mis hijos se sintieron también en una posición de interés porque todos estaban atentos a lo que se podía lograr con el dron”.

A pesar de las condiciones climáticas adversas —nubes bajas y frío intenso—, la tecnología del dron permitió que la familia trabajara de manera eficaz junto a otras fuerzas de seguridad, ofreciendo una nueva perspectiva en la búsqueda. “Todo lo que íbamos viendo lo íbamos grabando, pero en una pantalla del tamaño de una tablet, no puedes ver todos los detalles. Les sugerimos que sería bueno tener dos computadoras, dos televisores grandes ahí en el comando con gente disponible para revisar en detalle en pantallas grandes y aceptaron“, recordó.
Este primer operativo dejó una huella en el equipo familiar y, tras reflexionar sobre la experiencia, decidieron formalizar su participación en futuros operativos. “Pasados los días, charlamos de lo que se había vivido y surgió la idea de por qué no estar disponible para búsqueda a futuro. San Juan como en muchos lugares siempre tiene a alguien que se pierde”, explicó Juan. Así, el grupo comenzó a formarse más profesionalmente, adquiriendo nuevos drones y capacitando constantemente en primeros auxilios, manejo de emergencias y nuevas técnicas de vuelo.
El grupo familiar fue convocado este verano a buscar al obrero que fue arrastrado por la corriente en Pachaco, al niño que cayó al canal en Pocito y ahora al anciano que desapareció en Chimbas. Pero ellos no solo se dedican a la búsqueda de personas, sino que también tienen proyectos relacionados con la grabación de eventos deportivos y transmisiones en vivo. Además, poseen una granja de impresión 3D en su hogar, que comenzó como un hobby y hoy es una pequeña empresa que ofrece piezas técnicas a la industria.
“Con todo esto, comenzamos a tener un norte que habíamos perdido tras el problema que habíamos tenido de salud en la familia. Ahora tenemos un objetivo. Así comenzamos, adquirimos otro dron más y también continuamos con preparaciones que teníamos de antes, de lo que es medicina prehospitalaria, de todo lo que es el manejo de hemorragias, quebraduras, emergencias, RCP, un montón de cosas que fuimos aprendiendo y certificando con el tiempo, tanto mis hijos como yo”, agregó.

Para Juan, la clave del éxito en estos operativos es la combinación de la experiencia, la preparación y el compromiso. “Nos tomamos muy en serio la seguridad, no solo de quienes buscamos, sino también la nuestra. Y por eso, cada vez que nos incorporamos a una búsqueda, hablamos del compromiso de que todos tenemos que regresar”, afirmó.
El equipo sigue ampliando sus conocimientos y optimizando sus herramientas para estar mejor preparados en futuras búsquedas. Con el respaldo de su experiencia y la calidad de sus drones, su objetivo no es solo encontrar personas, sino también mejorar los recursos disponibles para estos operativos. “Nosotros no solo buscamos encontrar a la persona, sino optimizar los recursos y asegurar que la búsqueda se realice de la manera más eficiente posible”, concluyó Herrera.

Este equipo familiar tiene una clara misión: seguir ayudando a quienes más lo necesitan, demostrando que la unión familiar y la tecnología pueden ser la diferencia en situaciones de alto riesgo.
Para más información sobre el grupo de búsqueda y cómo colaborar o capacitarse en el uso de drones, pueden visitar su página web www.vuelodrones.com.