Greda, barro y humedad están en todos lados. La vista de las familias en Huaco, departamento Jáchal, está puesta tanto en el suelo, donde limpian todo lo que pueden, como en el cielo. Este martes está nublado y la posibilidad que vuelva a llover genera entre temor y bronca, por retroceder en lo poco o mucho que se haya avanzado. Las lluvias e inundaciones no sólo les cambiaron radicalmente los días, desde el pasado fin de semana, sino que también resintieron proyectos y vida diaria, de esfuerzo y trabajo.

Diario La Provincia SJ estuvo en la localidad y en las palabras de los vecinos había desahogo y sentimientos encontrados. En familia, no dejan de tratar de eliminar la greda del interior de sus casas, si es que no sufrieron daños estructurales. Sacan basura, todo lo que arruinó el agua y lo que, con su fuerza, dejó a su paso.

Hay pena por los animales que murieron y las cosas que perdieron, algunas que incluso habían dejado en los patios, sin pensar en lo que iba a pasar. Fabián y Roxana Espejo, papá e hija, tenían cabras en un corral con otras dos personas y eran parte de su sustento económico. Se turnaban para cuidarlos y contaron que, de los 80 que tenían, sólo les quedaron 15. “Estábamos tratando que engordaran, después de una temporada mala”, dijeron.

Roxana, también se quedó sin el horno de barro para hacer pan y su bebé y su esposo, que trabaja en la cosecha, quedaron descalzos. El agua arrasó con sus pertenencias más básicas.

En tanto, Graciela Ávila que vive con tres hijos menores de edad, contó que sus colchones y ropa de cama quedaron empapados. Recordó que, con desesperación, intentaron hacer tapones de arena para que el agua no entrara a la casa pero fue inútil. Pero más allá de ello, le duele que el su hijo mayor perdió los adobes que estaba haciendo para poder levantar su casita, en el fondo de la casa familiar. Era su gran proyecto ya que quería casarse. 

Por su parte, todo lo sanitario preocupaba. Olga Guevara expresó que tiene problemas con el pozo negro y pedía al municipio y al Gobierno, materiales para ello y para apuntalar su casa porque “tiene una pared que está muy tembleque”.

En medio de duro panorama, el gobernador Marcelo Orrego y parte de su gabinete viajaron al departamento para escuchar las necesidades y autorizar trabajos urgentes, sobre todo hídricos, sanitarios y de infraestructura.