En el predio del ATA (Alta Tecnología Alimentaria) en Rivadavia, comenzó el VII Congreso de Niños, Niñas y Adolescentes. Bajo el lema “Hablamos de Violencia”, el encuentro congrega a 1.500 chicos de diferentes puntos de la provincia y de San Luis, Mendoza y La Rioja que se movilizan con afiches y pancartas. Con sus guardapolvos blancos o de informal, los niños participan de una serie de actividades que pretenden hacer reflexionar sobre la necesidad de cuidar la integridad física y psíquica de cada uno de ellos.

Murgas, orquestas infantiles y obras de teatro forman parte de las actividades recreativas que se conjugarán con talleres que promoverán el diálogo participativo. “Hoy estamos hablando sobre violencia, un tema que nos preocupa a todos, en la familia, en el ámbito de la escuela y el barrio, nos preocupa que ustedes sufran hechos de violencia, no tienen que permitir que nadie los maltrate pero tampoco ustedes deben hacer lo mismo, deben cuidarse entre ustedes y no permitir que les pase ni dejar que les hagan malas cosas”, señaló Daniel Molina, ministro de Desarrollo Humano, área organizadora de esta movida.

En el marco de la apertura del encuentro, el gobernador José Luis Gioja reconoció que en los últimos meses los hechos de violencia se han agudizado y para eso pidió que cada uno de los niños priorice en su hogar el diálogo con sus padres y entre sus amigos y ayuden a combatir la violencia. “Es bueno que tengan recreación pero también que les llegue la reflexión de decirle ‘no a la violencia ‘ y ‘sí al diálogo’”, señaló el gobernador.

Este encuentro, que comenzó a realizarse en el año 2006, promueve el debate sobre derechos de infancia y adolescencia desde la toma de conciencia de los propios sujetos, a través de la reflexión filosófica, el juego, la recreación y la expresión artística. En el contexto actual, la violencia contra los niños, niñas y adolescentes constituye un tema de agenda de la política de infancia dadas las características diversas que adopta y la necesidad de abordarla desde la mirada de un sistema de protección integral. Atraviesa los diferentes ámbitos institucionales (escuela, salud, desarrollo humano y social, justicia, seguridad) tanto desde las demandas crecientes al sistema de atención de las problemáticas como desde los desafíos que plantean las nuevas formas de violencia y aquellas naturalizadas que requieren mayor creatividad y apertura para dar respuestas adecuadas. Asimismo, en el contexto internacional, las Naciones Unidas, a través de sus recomendaciones periódicas, invita a los Estados a considerar con especial atención la violencia contra la infancia como una de sus prioridades.