Este jueves, la muerte de un joven sanjuanino sacudió a toda la provincia. Un chico de 19 años de edad que se desempeñaba como futbolista en Peñarol pero que había dejado también su huella en San Martín, Del Bono y Deportivo Rincón, fue encontrado muerto en su habitación.
El joven se llamaba Ronaldo Arias y este viernes confirmaron cuál fue el resultado de la autopsia. El estudio indicó que falleció de forma natural producto de un paro cardiaco, shock cardiogénico, por edema pulmonar.
Se desconoce qué produjo ese desencadenante pero no se descarta que haya sufrido algún problema de salud previo que desencadenó esto. Vale aclarar, que horas antes de su deceso, en la noche del jueves, había manifestado a su familia que se sentía muy cansado.
La investigación está a cargo del fiscal Francisco Micheltorena y la ayudante fiscal Agostina Ventimiglia de UFI Delitos Especiales.
¿QUÉ ES SHOCK CARDIOGÉNICO?
El shock cardiogénico por edema pulmonar es una condición médica grave en la que el corazón pierde la capacidad de bombear sangre de manera eficaz, lo que provoca una acumulación de líquido en los pulmones (edema pulmonar) y una caída crítica de la presión arterial. Esta situación impide que los órganos reciban el oxígeno y los nutrientes necesarios, lo que puede poner en riesgo la vida del paciente si no se actúa con rapidez.
Este tipo de shock suele estar asociado a enfermedades cardíacas severas, especialmente el infarto agudo de miocardio, que daña el músculo cardíaco y reduce drásticamente su función. Al fallar el ventrículo izquierdo, la sangre se acumula en los vasos pulmonares, provocando la salida de líquido hacia los alvéolos, lo que dificulta la respiración y reduce la oxigenación de la sangre.
El tratamiento del shock cardiogénico por edema pulmonar requiere atención médica inmediata. Incluye el uso de medicamentos inotrópicos para mejorar la función cardíaca, diuréticos para eliminar el exceso de líquido, y en casos severos, soporte mecánico como ventilación asistida o dispositivos de asistencia ventricular. La atención rápida y especializada es clave para mejorar el pronóstico del paciente.