Con apenas medio año de existencia, la Asociación Civil del Personal de Archivo comienza a marcar un antes y un después en la difusión del rol del archivista en San Juan. Conformada por 28 integrantes y en plena tramitación de la personería jurídica, la agrupación surgió como un espacio para visibilizar, capacitar y jerarquizar la labor de quienes trabajan en archivos, tanto en el ámbito público como privado.
“Nuestro objetivo principal es culturalizar la archivística en San Juan, además de concientizar a las personas de la labor que hacemos en las distintas instituciones públicas y privadas de la provincia“, explicó Emanuel de la Torre, presidente de la asociación a Diario La Provincia SJ.
A su vez Jaqueline Vargas destacó que la asociación nació en el 2024 con la clara misión de poner en valor la figura profesional del archivista. A su vez acepta a cualquier persona que trabaje en archivos ya que, si bien, ellos son técnicos, hay mucha cantidad de egresados de la carrera de la Licenciatura en Archivística.
Por su parte, María de los Ángeles Bazán, señaló la importancia que es el archivista para el archivo. “Se trata de empezar a mostrarnos y de que empiecen a reconocer lo importante que es nuestra función para los archivos.Por lo general siempre el archivista es el que está destinado a estar en el archivo, en el sótano como castigo. Siempre se lo ha visto de esa manera al rol del archivista”, expresó señalando que ellos conocen todo el recorrido de un documento, desde que se genera hasta su conservación o expurgo.
Capacitación, conservación y conciencia social
Uno de los pilares de la Asociación es la capacitación continua del personal. “La archivística es muy amplia y necesita formación constante, sobre todo en conservación. Hay que conocer bien cada institución para saber qué documentos conservar, cuáles se pueden eliminar y cuáles requieren un tratamiento especial”, puntualizó Bazán.
Pero la propuesta más original que impulsaron hasta ahora fue la creación de un cómic educativo, pensado especialmente para niños y jóvenes. La historieta presenta al archivista como un superhéroe que lucha contra villanos como son el polvo, las polillas o el viento Zonda, todos agentes de deterioro que afectan a los documentos, incluso dentro de nuestras casas.
“Queríamos algo atractivo para que los más chicos también aprendan sobre la importancia de cuidar los documentos. En el cómic mostramos cómo el archivista enfrenta estos enemigos del archivo. Nos pareció una forma divertida y educativa de llegar a las familias”, señaló Vargas. Además, anticipó que planean llevar el cómic a ferias, escuelas y eventos, y que ya piensan en nuevas entregas y temáticas.
El objetivo final de la Asociación es claro: llevar la cultura archivística a todas las instituciones. “Queremos que se reconozca el valor de nuestra profesión en cada municipalidad, en los ministerios, en los organismos públicos y también en el sector privado. El archivista puede aportar mucho más de lo que se cree, desde organización documental hasta conservación histórica”, finalizó Vargas.