Nidia Marchan, amante de la pintura a mano y de la costura, combinó el arte de la pintura en tela con la tecnología por medio de la sublimación. La idea nació en la pandemia, tras ser diagnosticada con cáncer de mama; vio una oportunidad para montar un pequeño proyecto a partir de su terapia contra su enfermedad. Con ello, decidió representar a Ullum como emprendedora en la Fiesta Nacional del Sol.
“Sublimate Ullum comienza en un desafío mío personal, para ayudarme con el tratamiento de cáncer de mama. Yo pintaba a mano y después seguí adelante incluyendo lo que es la sublimación”, contó Nidia a Diario La Provincia SJ y agregó: “así fue que empecé mi emprendimiento personal, eso me ayudó mucho para salir adelante.”
A sus 50 años, Nidia es madre de cinco hijos y abuela de nueve nietos. Desde siempre ha tenido una pasión por la pintura y decidió comenzar a sublimar con una plancha de casa. “Me diagnosticaron hace tres años. Tengo mi trabajo, pero además de eso, para ayudar en la economía familiar, también tengo mi emprendimiento”, dijo.
Nidia cuenta con un título en confección y labores, obtenido en una escuela técnica, y ha realizado un curso de pintura en tela. Durante su tratamiento de cáncer, comenzó a pintar como una forma de terapia. “Mis hijos vieron que le ponía ganas y me compraron la máquina sublimadora, que es con lo que estoy trabajando en este momento”, expresó.
Su técnica combina el arte de la pintura a mano con la tecnología de la sublimación, creando productos únicos: “En mi sublimación, una flor no es igual que la otra, son únicos y exclusivos. Me gusta pintar animales y letras, y siempre quiero plasmar lo que es Ullum, que se caracteriza por sus montañas, el sol y el agua.”
Nidia organiza su día entre su trabajo y su emprendimiento. “En mi trabajo estoy en la mañana y en la tarde hago mis cosas. Hay días que solo me dedico a pintar mis diseños y mis dibujos.”
Sobre su diagnóstico, Nidia comparte: “Lo que me diagnostican a mí es un cáncer triple negativo. Lamentablemente, solo se va frenando con tratamiento de quimioterapia y radioterapia, por eso cada seis meses me tengo que hacer estudios completos. El último estudio lo hice una semana antes de entrar a la capacitación. Mi oncólogo me dijo: ‘disfruta la vida, lo que estás haciendo está bien'”, dijo con la voz entrecortada.
A pesar de los desafíos, Nidia se siente satisfecha y quiere ser un ejemplo para otras mujeres: “Esto me ha dado mucha satisfacción para mostrarles a otras mujeres que sí se puede llevar adelante una familia y un proyecto. Se puede soñar y cumplir los sueños, aunque haya dificultades en la vida. Nosotros tenemos que buscarle la parte positiva.”
Si ganara un premio, tiene planes ambiciosos: “Quiero agregarle maquinarias a mi taller, tratar de atraer a otras chicas que también pintan en tela y son muy buenas. Incluir a más mujeres que trabajen a la par mía y hacer una fuente de trabajo.”
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