San Juan, cuna de la producción de pistacho en Argentina, vive un auge en la venta del pistacho salado y tostado, una delicia regional que no solo conquista paladares locales sino también de turistas que visitan la provincia. Con una creciente demanda durante las vacaciones de invierno, el pistacho se convirtió en un producto estrella en los locales de productos regionales.
El pistacho no es una moda nueva en San Juan, pero sí es tendencia. Según indicaron en los locales Buen Origen Productos Regionales y Dietética Cuyo, el producto se destaca entre las opciones más buscadas por muchos turistas. El interés por este fruto seco se disparó especialmente entre junio y julio, coincidiendo con el receso invernal.
“Se ha vendido más en vacaciones de invierno. Hemos visto que más turistas preguntan y deciden llevar, ya sea para probar o porque les gusta. Más allá de que ahora sea tendencia, hace tiempo se vende“, señaló Valentina, de Buen Origen Productos Regionales, en diálogo con Diario La Provincia SJ.
Allí, el pistacho se comercializa a $5.500 los 100 gramos, mientras que una bolsita más pequeña de 45 gramos tiene un precio de $3.000. “Muchos de los que eligen llevar una caja de productos regionales siempre piden que esté incluido el pistacho y la alcayota”, agregó.
Competencia fuerte: la nuez y la almendra
Desde los locales comerciales remarcaron que, si bien el pistacho tiene sus fieles consumidores, aún no alcanza la demanda de otros frutos secos tradicionales como la nuez o la almendra.
“La gente viene y lo pide, mucho menos que la demanda que tiene la nuez. Piden cinco veces más nuez o almendra que pistacho, pero sí tiene sus adictos, especialmente el turista”, explicaron.
El pistacho que se consigue allí es con cáscara, ligeramente salado, y se vende a $5.000 los 100 gramos. En comparación, los 100 gramos de nuez mariposa o almendra rondan los $2.800, lo que marca una clara diferencia en precios y preferencias.
¿Por qué elegir pistacho sanjuanino?
El pistacho que se cultiva en San Juan es reconocido por su sabor intenso, su textura crujiente y su frescura. Su producción se adapta perfectamente al clima seco y soleado de la región, lo que garantiza un producto de calidad. Aunque más costoso que otros frutos secos, su carácter gourmet y origen local lo vuelven ideal para regalar o disfrutar como snack.