Este jueves, se presentó el Plan Provincial de Salud Mental de San Juan. De acuerdo a lo que destacó el Ministerio de Salud, la iniciativa surge como una herramienta estratégica para consolidar un modelo de atención comunitario, inclusivo y con enfoque de derechos humanos.
Se apoya en la Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657, en los lineamientos del Plan Nacional de Salud Mental 2023–2027 y en diversos marcos internacionales que promueven la protección de los derechos de las personas con padecimientos mentales.
En la provincia, la creación de la Dirección de Salud Mental constituye un hito institucional que permite integrar y fortalecer procesos en marcha, unificando esfuerzos de los equipos de salud, organizaciones sociales, instituciones académicas, organismos del Estado y la comunidad, se destacó en un informe oficial.
El plan no se limita a la atención de la enfermedad, sino que promueve el bienestar integral, la participación comunitaria y la inclusión social de las personas, con el compromiso de superar estigmas y prácticas discriminatorias.
El plan se apoya en un enfoque de derechos humanos, reconociendo a las personas usuarias como sujetos plenos de derechos; en la Atención Primaria de la Salud, como estrategia central de cercanía territorial; en una perspectiva de curso de vida, que contempla las necesidades específicas de cada etapa (niñez, adolescencia, adultez y vejez); en la perspectiva de género y diversidades, para garantizar equidad y accesibilidad; y en la centralidad de la persona y su entorno, que coloca los vínculos, la comunidad y la inclusión social en el centro de las intervenciones.
El Plan integral, en detalle
Dicho plan se divide en cinco ejes de acción:
- Rectoría en Salud Mental Comunitaria;
- Prestación de servicios en la red de salud mental;
- Comunicación socio-comunitaria;
- Vigilancia epidemiológica e investigación;
- Capacitación y docencia.
Bajo estos conceptos, se plantea consolidar la institucionalidad de la Dirección de Salud Mental mediante la formalización de su estructura y presupuesto, permitiendo coordinar políticas públicas con otras áreas del Estado, instituciones privadas y organizaciones de la sociedad civil.
También prevé la creación de una Comisión Provincial de Salud Mental y la puesta en marcha de un Observatorio de Salud Mental para la investigación, la capacitación y la vigilancia epidemiológica.
Además, se busca garantizar la cobertura en los tres niveles de atención:
- En el primer nivel (centros de salud, CAPS, postas y CICs) se fortalecerán los equipos interdisciplinarios, ampliando intervenciones de promoción y prevención, con herramientas como la Guía MhGAP de la OMS.
- En el segundo nivel, los hospitales departamentales conformarán servicios interdisciplinarios de salud mental, capaces de dar respuesta a problemáticas prevalentes y emergentes, garantizando atención de urgencias y continuidad de cuidados,
- En el tercer nivel, hospitales descentralizados y centros terapéuticos especializados asumirán la gestión de casos complejos, articulando con equipos de apoyo territorial.
Asimismo, se incluye la creación de dispositivos intermedios (como centros de día, viviendas asistidas y programas de apoyo ambulatorio), la incorporación de teleconsulta, y planes específicos de atención a grupos vulnerables en situaciones de emergencia o desastre, y el Programa Provincial de Prevención del Suicidio se consolidará como un eje transversal, con estrategias comunitarias e intersectoriales.
Por otra parte, se proyecta la implementación de un Plan Anual de Comunicación en Salud Mental, con campañas de sensibilización que promuevan el respeto por los derechos y reduzcan estigmas, formando a comunicadores para un abordaje responsable, y desarrollando un banco de materiales y experiencias comunitarias que sirva de soporte para replicar buenas prácticas.
A su vez, se impulsará un sistema de información en salud mental, que permita monitorear la situación provincial en tiempo real. Esto implicará integrar los registros a la historia clínica digital, capacitar a equipos en el uso de sistemas y elaborar anualmente un Análisis de Situación de Salud Mental Comunitaria (ASISMC).
También, se prevé el diseño de trayectos formativos en Salud Mental Comunitaria, en conjunto con universidades, asociaciones profesionales y organismos internacionales para el abordaje de urgencias y crisis en domicilio o vía pública, y la creación de sistemas de supervisión y apoyo remoto.
Además, se fortalecerá la perspectiva comunitaria en las Residencias Interdisciplinarias de Salud Mental, y se incorporarán componentes de salud mental en las residencias médicas y programas universitarios, como también se impulsará la capacitación de actores no convencionales: fuerzas de seguridad, equipos judiciales y agentes comunitarios.