Con la mirada puesta en la sustentabilidad y el fortalecimiento del arbolado urbano, el Vivero Municipal de Capital avanza en un ambicioso plan de producción de nuevas especies arbóreas adaptadas al clima sanjuanino para inyectar en el plan de forestación que impulsa el municipio en conjunto con la Secretaría de Ambiente de la provincia. El trabajo apunta no solo a embellecer los espacios verdes, sino también a fortalecer la conciencia ambiental entre los vecinos.
“Estamos con un proyecto muy lindo que es el producir varias especies de árboles en cantidad, como por ejemplo el fresno, que es un árbol que en este momento anda muy bien en nuestra provincia. Se están reemplazando las moras viejas por fresnos”, comenzó explicando Verónica Marchese, encargada del Vivero a Diario La Provincia SJ.
La encargada destacó que la intendente “tiene un amor especial por las plantas y por el verde” y por eso hizo hincapié en todo lo que es la reestructuración de las plazas y también del Vivero Municipal. En este escenario es que se da uno de los ejes centrales que es la producción de especies arbóreas propias, lo que permitirá avanzar con la forestación en diferentes zonas de la ciudad.
El Vivero Municipal está cuidadosamente trabajado e incluye además de álamos y fresnos, la producción de acacia visco, un árbol autóctono de San Juan que el Vivero comenzó a cultivar con ejemplares entregados por la Provincia.
“Estamos con ese proyecto de empezar a producirlos nosotros en el Vivero Municipal. Por eso estamos reestructurando el predio, porque para producir árboles necesitamos una superficie muy grande”, agregó la encargada.
Infraestructura y producción para todo el año
Actualmente, el predio del vivero cuenta con casi dos hectáreas, de las cuales media hectárea está activamente dedicada a la producción, media sombra e invernadero. El objetivo a corto plazo es ampliar esa superficie para potenciar la producción de forestales.
Además de árboles, el Vivero produce flores de estación como caléndulas, copetes y clavelines, y una gran variedad de plantas aromáticas que se utilizan tanto en los talleres como para distribución en espacios verdes.
“Tenemos nuestras plantas madres en el vivero y vamos sacando de ahí semillas y esquejes. Según la época, vamos produciendo lavanda, ruda, romero, menta, melisa, tomillo, ajenjo, boldo, cedrón, hierba del burro…”, detalló Marchese.
Talleres, producción local y especies autóctonas
Además del plan de forestación, el Vivero está impulsando talleres abiertos a la comunidad para recuperar el vínculo con la naturaleza desde una mirada integral.
“Estamos dando talleres que tienen que ver con volver a conectarnos con las plantas desde el sentir, desde el corazón, que ése es el lenguaje de las plantas. Talleres sobre conexión con árboles, con aromáticas…”, detalló Marchese.
La propuesta también busca fomentar el compromiso ciudadano con el cuidado del entorno. “Estamos trabajando para que el vecino pueda acercarse, consultar e informarse sobre cómo cuidar las plantas, cómo cuidar el árbol que tiene en la vereda. Necesitamos la ayuda del vecino también”, subrayó.