La vida de Ramiro Fernández cambió por completo el pasado 23 de abril. Esa noche fue brutalmente atacado en la puerta de un boliche en Capital, quedó al borde de la muerte y este fatídico hecho marcó un antes y un después en su historia. Su resiliencia, fe y sus ganas de salir adelante, posibilitaron que el joven sanjuanino pudiera concretar otro logro en su vida.
Ramiro contó a Diario La Provincia SJ, que ya es un flamante barista con título. “Hace mucho que quería hacerlo. Me gusta mucho el café y quería incursionar en este mundo. Se estudia en una academia que hay en San Juan y los profes Maxi y Fer fueron muy profesionales en lo que hacen”, contó el joven.
El logro tiene un sabor especial. Tras el ataque, cuando salió del hospital, los médicos le advirtieron que no podía tomar café, algo que él disfrutaba mucho. “De eso a poder realizar el curso fue una gran experiencia, y sobre todo conocer a quienes también tienen la misma pasión por el café”, relató.
Hoy sueña con poner en práctica lo aprendido: “Me gustaría hacerlo en alguna cafetería y sumarlo a los proyectos que ya tengo”.
Ramiro va recuperándose de el violento hecho que lo dejó internado en terapia varias semanas. “Pasé de no poder hacer muchas cosas a volver a la normalidad. Le agradezco mucho a la vida y a Dios”.
Contó que sigue con su tratamiento con kinesiólogos. “Solo falta que me vuelvan a operar para ponerme la prótesis, pero quiero volver a trabajar normalmente, seguir creciendo y recibir mi cumpleaños al 100%”.
El ataque y las condenas
Ramiro es un apasionado de su empresa de barras móviles. Antes también trabajaba como personal trainer, es fanático de River y sobre todo un orgulloso papá.
Esa fatífica noche salió con un amigo y, al intentar separar a una pareja que discutía en la calle, fue golpeado violentamente en la sien por la espalda.
Por la agresión fueron detenidos Francisco Quiroz Ocampo (26), señalado como el autor principal, y Guillermo Vidable (29), partícipe necesario. En juicio abreviado, Quiroz fue condenado a 3 años de prisión en suspenso y Vidable a 1 año en suspenso.
Pese a la violencia sufrida, Ramiro eligió transformar el dolor en una nueva oportunidad. Su nuevo título de barista es símbolo de lucha, esperanza y de la fuerza con la que encara esta nueva etapa de su vida.
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