Cada martes por la tarde, un grupo muy especial se reúne entre libros, aromas, texturas y sonidos para vivir una experiencia de lectura distinta. Se trata del taller Ratones de biblioteca, un club de lectura pensado para personas con discapacidad visual, donde cada encuentro propone sumergirse en el mundo de los libros a través de todos los sentidos.

La iniciativa se implementa por primera vez en la Casa Natal de Sarmiento, como una adaptación del proyecto que nació hace dos años en la biblioteca Chirapozú. El objetivo principal es  garantizar el acceso a la lectura como un derecho cultural y hacerlo de manera inclusiva, envolvente y significativa.

El Club de lectura incluye a personas con algún tipo de discapacidad visual. Foto: gentileza Casa Natal de Sarmiento.

“El club está orientado especialmente a personas con baja visión y ceguera, pero está abierto a cualquier persona con dificultades para leer. Hay mucha gente que, por problemas de salud como la diabetes, ha perdido parcial o totalmente la visión. Esta propuesta busca integrarlos a través de una experiencia literaria completa”, explicó a Diario La Provincia SJ Claudia Echegaray,  coordinadora de la actividad.

Cada martes, de 17 a 19, voluntarios leen en voz alta fragmentos previamente seleccionados y ensayados. Pero la magia no se queda ahí: la lectura se acompaña con sonidos ambientales, objetos táctiles, aromas y hasta sabores, que ayudan a contextualizar la historia y hacerla tangible. “Queremos que se sienta como un radioteatro, pero con más sentidos”, aseguró Claudia.

Se incluye una experiencia basada en todos los sentidos. Foto: gentileza Casa Natal de Sarmiento.

 

En el primer ciclo, el grupo trabajó con “Los fantasmas de Sarmiento” de Félix Luna. La narrativa, que mezcla historia y ficción, permitió usar recursos tan diversos como un mini telar para evocar a la madre de Sarmiento, hierbas aromáticas para hablar de su huerta, sonidos de disparos para ilustrar momentos de tensión, o incluso empanadas para recrear escenas gastronómicas.

“La preparación es exhaustiva”, contó Claudia. “Leemos los capítulos con anticipación, marcamos los pasajes clave, buscamos objetos y sonidos adecuados y armamos una guía para los lectores voluntarios. El objetivo es que cada encuentro esté cuidado al detalle”.

El grupo cuenta con espacio para sumar más participantes. Foto: gentileza Casa Natal de Sarmiento.

Además de lo literario, el club promueve la socialización: se arman debates, se comparte un refrigerio y se genera un espacio de encuentro donde los asistentes, muchos de ellos adultos mayores, encuentran motivación y compañía.

La propuesta continuará hasta noviembre, con un receso en julio por las actividades especiales del museo. En los próximos encuentros se abordarán cuentos de autores sanjuaninos y otros géneros, siempre con el formato multisensorial como sello distintivo.

Muchas personas asisten para compartir esta novedosa experiencia. Foto: gentileza Casa Natal de Sarmiento.

“Queremos que más personas se sumen. No hay límite de edad y la actividad es totalmente gratuita. La idea es que nadie quede afuera de la cultura”, remarcó Claudia, quien también adelantó que el equipo trabaja en nuevas formas de hacer más accesible el museo, tanto desde lo comunicativo como lo edilicio.