Eduardo “Edu” Desimone sonríe con su voz. Feliz por haber perseverado y llegar a “La Voz Argentina” (Telefe) luego de un traspié en San Juan y el éxito en Tucumán, contó lo que hubo detrás o, mejor dicho, al lado de su sueño. Un reencuentro con la música, una promesa cumplida y toda una carrera por delante, el integrante de Team Luck Ra abrió su corazón y contó que siente que “ganó el premio mayor”.
“El volver a la música fue algo que me tomó por sorpresa. En pandemia perdí a Carlos Infante, mi padrastro e integrante del coro universitario. Era un referente muy importante, me enseñó el tempo de las canciones. Estuvo ahí cuando flaqueaba al principio, cuando era más una improvisación y no un estilo de vida. Él estuvo en esa formación importante, siempre”, relató en comunicación con Diario La Provincia, desde Buenos Aires.
Lo que vino después fue una decisión fuerte. “Me alejé de la música cuando lo perdí. Vendí los instrumentos por enojo y frustración y no quise saber más nada”, recordó. Y tras ello, hubo otra pérdida que lo marcó: “en noviembre de 2024, cuando quise arrancar con la música de nuevo, fallece mi abuelo que es hermano de Rodolfo Páez Oro, gran referente de la música cuyana”.
“Mi abuelo era mi referente también. Hacía folclore por mí porque él era rockero. Hacía la excepción de acompañarme en las tonadas y las cuencas cuyanas. Vuelvo a poner en un limbo el amor hacia la música que siempre estuvo. Lo postergué“, expresó Edu pero pronto todo cambiaría.
El reencuentro con la música
Al cantante sanjuanino le llegó su tiempo de abrazar su vocación y su esencia, con el casting de “La Voz” en San Juan.
“El 10 de marzo, a la noche, veníamos de trabajar con Jeremías, mi muy amigo con el que nos dedicamos a estética vehicular a domicilio. Pasamos por el Contegrand y vimos la fila para el casting de “la Voz. Mi amigo puso el freno de mano y me dijo: “Te bajás ya. Es lo tuyo. Date una oportunidad”, relató.
Así lo hizo, con anécdota incluida: “Fui con una guitarra que un amigo me prestó, una frazada y a esperar al casting. Es más, me senté por error en la fila de los chicos que no tenían colegio hasta que me señalaron el error”, dijo con una sonrisa.
Aunque no le fue bien, la situación le significó un click: “Obtuve un “No” gratificante y decepcionante conmigo mismo porque no di todo, por miedo y por falta de soltura. Me dije a mí mismo: “no me puedo rendir acá”.
Fue entonces cuando halló a su amigo, cómplice y compinche en lo que vendría. “La noche anterior conocí a Ema, un bonaerense, pero no hablamos mucho y no teníamos mucha confianza. Cuando salí de la audición, él se estaba quedando dormido con todos los bolsos alrededor en el Parque de Mayo”, afirmó.
“Le toqué el hombro y le dije: “Amigo, esta es una provincia hermosa, no te van a robar pero si te regalás de esta manera, sí”, recordó, Eduardo, risueño. “Me contó que venía viajando por todos los castings y que se había quedado sin plata. Pero quería ir a dedo a Tucumán. Le dije: “vámonos los dos”. Y así se dio, sin conocerlo y sin saber nada uno del otro. Era una jugada de ambos.
El que no arriesga…
Tras una gran aventura viajando en camiones y camioneta, Eduardo cumplió su sueño, cantó y superó las audiciones a ciegas. Actualmente defiende su sueño en el Team Luck Ra.
Sobre lo que vimos en la pantalla de Telefe, contó que el éxito de Rodrigo, “840” fue una canción que él le cantaba, en modo balada, a una novia de su adolescencia. “Nunca la canté en modo cuarteto y, en la prueba de cámaras de Tucumán, la incluí en la lista de las canciones para interpretar. Quería intentar innovar y superarme en otro tipo de género. Me sorprendió un montón porque le pude dar mi impronta”, resaltó contento.
Y reconoció que “le digo a todos mis cercanos y a mi mamá: un cover siempre tendrá gusto a poco, más con un referente como el Potro. Es muy difícil convencer a alguien que la está cantando otra persona. Quise ver qué más podía ofrecer y me la jugué con todo”.
Mamá, el pilar y la promesa de amor cumplida
Los colores de la voz de Eduardo cambian al hablar de su mamá. “Mi vieja me apoyó en todo y estuvo pendiente en todo momento. Como hijo, siento que estoy en aprendizaje. Lo digo siempre: ella es todo lo que está bien. Hizo de madre y de padre. Mi papá estuvo presente a su manera y cómo se dio la vida. Y desde mis 5 o 6 años, me empezó a criar mi padrastro”, compartió sobre su vida familiar.
“Mi mamá siempre nos protegió, fue el escudo de sus 5 hijos, con sus miedos propios y lógicos. Es una mamá con todas las letras”, dijo orgulloso.
Y “Que nadie”, la canción que le dedicó en “La Voz” no fue casual. “Con ella, mi padrastro la conquistó a mi mamá. Refleja vivencias que mi mamá vivió, el voto de confianza que le dio a él, después de todas las cosas difíciles que vivió. El verdadero amor, lo encontró con mi padrastro”, manifestó.
También, tuvo la ocasión perfecta para interpretarla, cumpliéndole una promesa a Carlos Infante.
“Cuando yo no esté, vos le vas a cantar esta canción a tu mamá. Yo voy a estar con ella y con ustedes, a través de esta canción”, me dijo. Antes, la canté muy por encima y sin prestarle atención a la letra. Pero el día de la audición a ciegas, me saqué ese nudo y la canté con toda la garra y la fuerza que tenía, a pesar de toda la emoción que tenía atravesada”, confesó.
Un triunfador
Ya como parte del Team Luck Ra, Eduardo está a pleno ensayo para las “Batallas”, otra de las instancias del reality. “Creo que ahora podré tener más contacto con Luck Ra. Podremos estar más cercanos y tener esa charla y esa calidez que como participante, espero”.
Y en esta experiencia, además, hizo amistad con otros sanjuaninos que también están en La Voz. “Mateo Pintor es compañero de habitación y desde el día uno tenemos vínculo de hermandad. Nos ayudamos y no nos dejamos caer. Y Jaime Muñoz es “mi hermano”. Parece que nos conociéramos de otra vida. Es algo muy bello; tienen una luz, personalidad y esencia maravillosas”, resaltó.
En este punto de su transitar en reality, hizo un agradecimiento y señaló que ya ganó.
“Con conocerlos a ellos (sus colegas sanjuaninos), haber estado en las audiciones a ciegas y expresar esa canción, que tenía contenida, hacia mi madre, ya gané. Gané con estar acá y vivir esto. El premio no es ganar La Voz, el premio es haber conocido gente maravilosa y recibir las repercusiones de mi provincia. Sepan que los amo muchísimo y que la calidez de los sanjuaninos es mi mayor premio”, resaltó.
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