Original y muy pero muy llamativo. Así es el enorme pesebre que hicieron los alumnos de la escuela Técnica Leopoldo Lugones de Chimbas. Los estudiantes trabajaron con elementos reciclados y a crochet, sorprendiendo a la comunidad. En cada detalle se trabajó con esfuerzo colectivo y se buscó reflejar el espíritu navideño.

La obra fue realizada por alrededor de 30 estudiantes de primero y segundo año de Artes Industriales, en combinación con la especialidad de Tejido, fue elaborada a través de las materias Educación Plástica, Modelado, Construcciones y Taller.

“A principio de año se designan los docentes que trabajan para la semana de las escuelas técnicas que fue en noviembre, y en este contexto surgió la idea de hacer un pesebre, especialmente viendo todo lo que estamos viviendo. Queríamos traer el espíritu navideño, que a veces se siente un poco alejado, y decidimos hacerlo de manera conjunta”, comentó la directora Rosana Ventrice a Diario La Provincia SJ.

El pesebre fue tejido por los alumnos quienes además apelaron a productos reciclados para hacer el resto de los elementos.

La combinación de diferentes especialidades permitió que los estudiantes aportaran sus conocimientos y habilidades en el desarrollo del pesebre. Los alumnos de Artes Industriales se encargaron de la construcción de la estructura, utilizando materiales reciclados y sostenibles como cartón, maple de huevo, fardo natural y cerámica. Además, el trabajo incluyó técnicas de cestería y pintura para dar realismo a los elementos del pesebre, como la casita, la montaña y la fuente.

UN PESEBRE LLENO DE CREATIVIDAD
Mayra Daro, estudiante de segundo año de Artes Industriales, se mostró muy orgullosa de la obra que fue realizada con la mayoría de productos reciclados. “La casita del pesebre está hecha con cartón forrado, y lo que simula ser el ladrillo es maple de huevo rasgado y pintado para darle textura. La montaña está construida con papel mollet, y las piedritas que decoran el pesebre están pintadas de dorado para simular oro. También trabajamos con materiales como la cerámica y la cestería china para los detalles“, explicó Mayra, quien destacó la importancia de poder aportar sus propias ideas y sugerencias al proyecto.

El pesebre participó de la feria de las escuelas técnicas.

Por su parte, Analia Alfaro, alumna de primer año, comentó sobre el enfoque ambiental del proyecto: “Trabajamos mucho con materiales descartables para no contaminar el ambiente, y buscamos siempre reciclar lo que teníamos a mano. Fue una oportunidad para aprender, no solo sobre el arte, sino también sobre la responsabilidad con el entorno”. La colaboración de los estudiantes en todas las etapas de la creación del pesebre mostró cómo el trabajo en equipo y el reciclaje pueden ser herramientas de aprendizaje valiosas.

NAVIDAD, TIEMPO DE REFLEXIÓN
El pesebre no solo es una expresión artística, sino también un símbolo de reflexión. Según la directora, la Navidad es un tiempo de reencuentro familiar, paz y amor. “La Navidad para mí significa un momento donde la familia se reúne, donde hay amor, comprensión y se trabaja juntos por un mismo objetivo“, expresó Ventrice. La creación del pesebre también les permitió a los alumnos reflexionar sobre el año que ha pasado.

Docentes y alumnas posando con el pesebre de más de 3 metros.

“El pesebre nos invita a hacer un balance del año, a ver lo bueno y lo malo, a valorar lo positivo, y también a recordar lo triste”, afirmó Mayra Daro, quien destacó la diferencia que hay entre el pesebre y el árbol de Navidad. “El árbol es más comercial, pero el pesebre es un tiempo de reflexión profunda, de pensar sobre lo que realmente importa“, agregó.

El pesebre gigante también tiene un significado emocional para los estudiantes, especialmente para aquellos que sienten que la tradición del pesebre está perdiendo terreno frente al árbol de Navidad. Amalia, una de las alumnas, destacó que el pesebre tiene un valor simbólico más profundo, ya que conecta con la espiritualidad y con los recuerdos de generaciones pasadas.

El pesebre nos conecta con nuestros abuelos, con Jesús, con Dios. Nos recuerda lo importante de seguir haciendo lo que nos gusta, y que, a pesar de todo, siempre podemos crear algo hermoso”, comentó emocionada.

El pesebre gigante realizado en la Escuela Leopoldo Lugones no solo es una obra de arte, sino también un testimonio de la dedicación, el esfuerzo y la unión de los estudiantes de la institución. A través de este proyecto, los jóvenes no solo han aprendido sobre las técnicas del arte y la construcción, sino también sobre el valor de trabajar juntos para lograr un objetivo común.