El martes 9 de julio de 1816 en la casa de Francisca Bazán de Laguna en Tucumán, dos sanjuaninos, el abogado Francisco Narciso de Laprida y Fray Justo Santa María de Oro participaron de la declaración de la Independencia argentina, hecho histórico que hoy el país entero conmemora en su 207° aniversario.

Si bien su participación histórica en diferentes hechos se vio resaltada por la firmeza de las convicciones de ambos, las curiosidades de la vida de los dos personajes sanjuaninos llegan a tocar la actualidad local y nacional.

“Laprida era abogado y Fray Justo, sacerdote. Gran parte de los diputados eran abogados, sacerdotes y otros que eran comerciantes, eran de la parte más culta de las poblaciones de sus respectivas ciudades, San Juan todavía no era provincia, pero se hablaba de la Ciudad de San Juan de la Frontera y su Jurisdicción que incluía las villas que ya se habían fundado de San José de Jáchal y San Agustín de Valle Fértil”, comenzó contando Guillermo Collado. profesor de la Universidad Nacional de San Juan – UNSJ – e investigador, a Diario La Provincia SJ, sobre su participación en la declaración de Independencia.

Sobre Laprida se conoce que su otro apellido era Sánchez de Loria, descendiente de padre español asturiano y de madre de remoto origen segoviano, pero no fue segoviana. Fueron funcionarios del gobierno español o “vecinos encomenderos” (con tierra e indígenas a cargo). En San Juan era una familia pudiente, descendiente de un hermano de Juan Jufré, Diego Jufré; ancestros de primeros gobernantes y primeras damas en el 1800.

“La esposa de Laprida fue prima hermana suya, razón por la cual él pidió dispensa para casarse con ella, y también era Sánchez de Loria. El apellido subsiste hasta la actualidad usado el Sánchez. El apellido Laprida en San Juan se perdió, pero hay descendientes en Buenos Aires. Francisco tuvo hermanos e hijos, por lo menos un varón llamado Amado Laprida, que está enterrado en el Cementerio de la Capital. Amado fue médico y protomédico de San Juan, un título público que daba el Gobierno a quienes ejercían la medicina”, contó sobre Francisco.

Una de las más atrayentes curiosidades del personaje sanjuanino es que una de las “Trillizas de Oro”, está casada con un descendiente de Laprida, que hasta la actualidad se conoce que muchos de ellos fueron militares y otros abogados.

Por su parte, sobre Fray Justo se conoció que era un fraile dominico que también se apellidaba Albarracín. Era primo de Domingo Faustino Sarmiento aunque en “Recuerdos de Provincia”, Sarmiento menciona que era sobrino de él y sus hermanas, porque había una diferencia de edad.

“Los Oro tienen arraigo desde la época hispánica, un bisabuelo fue corregidor de Cuyo en Mendoza. Hay descendientes de uno de sus hermanos que se llamó José Antonio de Oro, que era funcionario de Aduana en San Juan y tiene descendientes en la actualidad. La descendencia de Máximo, uno de sus hijos, está en la provincia. También hay descendientes de la hermana de Fray Justo, María del Tránsito de Oro de Rodríguez que fue la rectora fundadora del Colegio Santa Rosa de Lima”, sostuvo Collado.

Cabe destacar desde agosto de 2022, en el marco de la conmemoración del 250° aniversario del nacimiento del religioso, San Juan exhibe el corazón de Fray Justo embalsamado en la Cripta de la Catedral donde también descansan sus restos. “Hay un libro de un descendiente de su hermana, Pablo Alberto del Carril Quiroga, quien habla de las razones por las cuales se embalsama un corazón. Es una forma de preservar algo de él, de perpetuar su memoria y simbolizar la incidencia del alma de una persona”, explicó el profesor. A diferencia del religioso, los restos de Francisco de Laprida nunca se encontraron, por lo que se sabe que descansan en algún rincón de la Argentina.

“Falleció en Mendoza, hay un busto a Laprida en la localidad de Pilar en la vecina provincia, que se había extraviado y fue salvado por una vecina, y fue puesto en valor para el bicentenario de la Declaración de la Independencia”, recordó sobre el hecho del que también participaron personalidades sanjuaninas.

Para finalizar, el investigador resaltó “la firmeza de las convicciones de ambos personajes”. “Creo que han dado ejemplos de conducta, no se conocen hechos por los cuales haya que incriminarles como negativos”, cerró el profesor.