Los turistas que llegan a Valle Fértil cuentan desde hace dos meses cuentan con una nueva propuesta para mirar un poco más allá y descubrir que el departamento guarda en su interior un legado cultural tan poderoso como sus paisajes.
Se trata de un nuevo circuito turístico que recorre el casco urbano y los alrededores del pueblo, guiado por el sanjuanino Martín Blasco, ex guía de Ischigualasto y actual impulsor de esta novedosa propuesta.
La iniciativa surgió como una respuesta a una necesidad concreta: darle visibilidad y valor a la identidad cultural vallista, más allá del atractivo geológico que posiciona a la zona a nivel internacional.
“Esto surge por varios factores, pero el principal es crear en Valle Fértil una propuesta que no solo sume una actividad más a los turistas que nos visitan, sino que realce la identidad del pueblo. Nuestra historia, nuestros mitos, nuestras leyendas, su naturaleza… todo eso que tenemos y que merece ser contado”, explicó Diario La Provincia SJ, Martín Blasco.
“Es no dejar que se pierdan tantas historias y leyendas que cada vez las escucho menos. Cómo las cosas que nos contaban a nosotros de niños de las tres cruces o la piedra pintada, dónde nos advertían “niños, no pasen por ahí porque los van a asustar” o las historias del “viboron negro”, cosas que nos contaban nuestros mayores y que no se deberían perder, cosas que hacen a rasgos muy distintivos de nuestra identidad”, agregó Blasco.
Un viaje por la historia, la memoria y las creencias
El circuito propone un recorrido por ocho puntos claves del departamento:
Plaza departamental, el Salón de Cultura José Segundo Núñez y la Parroquia Nuestra Señora del Rosario: donde se aborda la fundación del pueblo en 1788 y la organización típica colonial.
Las Tres Cruces: símbolo de la resistencia indígena en los intentos de fundación y también escenario de mitos populares ligados a los Yacampis.
Monumento a Julio César Cuello y Cristo de la Hermandad: homenaje a un héroe vallisto de Malvinas y un gesto artístico de unión entre pueblos, realizado por un escultor chileno.
La Patroncita: el primer oratorio del pueblo, que guarda una leyenda sobre la Virgen que hizo llover y decidió quedarse para proteger el lugar.
El Dique: su importancia vital para la comunidad actual y las culturas originarias.
La Piedra Pintada: petroglifos y una cueva que se identifica como una “salamanca”, punto donde los mitos y lo espiritual cobran protagonismo.
El Algarrobo Histórico: árbol que habría sido punto de reunión entre Martina Chapanay y Facundo Quiroga, con una historia ancestral ligada a la Pachamama.
En cada lugar, Martín aporta la riqueza cultural de las leyendas y mitos que rodean a las postales vallistas haciendo de este recorrido una experiencia única.
Impacto local y esperanza
La propuesta fue recibida con entusiasmo tanto por turistas como por vecinos del departamento. “La repercusión es muy buena. Los turistas se van muy satisfechos. La historia les gusta, pero lo que más impacta son los mitos y leyendas”, afirma el guía.
Además, la comunidad ve con buenos ojos el movimiento que genera esta actividad: “La idea es que esto también abra oportunidades para más personas, artesanos y artistas que puedan poner sus habilidades en valor”.
El circuito no solo está revitalizando el turismo en Valle Fértil, sino también brindando nuevas oportunidades de trabajo. Blasco, quien trabajó como guía en Ischigualasto durante 10 años, se quedó sin empleo y estuvo a punto de emigrar. “Ya me había ido antes y no es de lo más agradable”, confesó.
Sin embargo, la intervención del intendente Mario Rivero, junto al apoyo de Marcos Carrizo y Juan Mercado, referentes del área de Turismo y Cultura, fue clave para que el proyecto saliera a la luz. Hoy, el recorrido funciona con visitas regulares y sigue creciendo en reconocimiento.
