El Gobierno confía en que el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobará en tan solo unas horas el nuevo acuerdo con la Argentina por un total de 20 mil millones de dólares, por lo que contará con fondos frescos que ayudarán a mantener la estabilidad económica en medio de la volatilidad en los mercados y el nuevo escenario global que se generó a partir de los aranceles impuestos por los Estados Unidos.
En este complejo escenario, la administración del presidente Javier Milei enfrenta este jueves el tercer paro general de la CGT contra su gestión, una medida de fuerza que en la Casa Rosada consideran que es de tinte electoral.
“No hay un motivo claro de la protesta, hablan del FMI, de los salarios, pero no hay ningún reclamo puntual. Esto es hasta mejor para nosotros, porque la mayoría de la gente quiere ir a trabajar, está cansada de esto”, sostuvo un funcionario.
En este sentido, diferentes integrantes del Gabinete desde hace algunos días, cuando se referían en privado a la protesta, comentaban, con tono sarcástico, que era la movilización “de los sindicalistas con Audi”.
Asimismo, en el Gobierno había un cierto sentimiento de victoria por haber conseguido que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) no se sumara a la medida y, de esta forma, garantizar el servicio de colectivos, lo cual podría atenuar el impacto del paro.
Por otra parte, el equipo económico que encabeza el ministro Luis Caputo estaba expectante por lo que pudiera ocurrir este viernes, para cuando está previsto que se reúna el directorio del FMI y ultime los detalles del acuerdo con la Argentina.
“Para nosotros es sumamente relevante que el Fondo, efectivamente, esté en vías de aprobar el acuerdo, que se va a terminar de aprobar este viernes. No es, ni más ni menos, que un convencimiento de que lo que estamos haciendo está bien y vamos a cortar con esta racha de decenas de acuerdos fallidos”, expresó el vocero Manuel Adorni, durante una entrevista radial.