El Desafío Punta Negra no solo dejó postales inolvidables de esfuerzo y superación, también fue escenario de una despedida cargada de emoción: la última carrera de Soldado, el entrañable perrirunner sanjuanino que durante años acompañó a su dueño, Exequiel Pereyra, en innumerables competencias.
Aunque todavía mantiene intactas sus ganas de correr, el desgaste físico comenzó a notarse en el animal y por eso su dueño decidió cuidarlo. “Aunque Soldado quiere correr siempre, su recuperación ya no es la misma. Hoy decidimos cuidar su salud y, a partir de ahora, hacer actividades con menos exigencias”, explicó Exequiel a Diario La Provincia SJ, el atleta e instructor que compartió un vínculo único con este compañero de cuatro patas.
La historia de Soldado comenzó hace ocho años, cuando apareció en la casa de Exequiel, en Rivadavia, en un estado muy delicado. “Estaba lleno de garrapatas, en muy malas condiciones. Lo curamos con mi hija, y aunque al principio lo ofrecimos en adopción, nadie apareció. Mi hija le puso el nombre y se quedó con nosotros”, recordó.
Desde entonces, Soldado se convirtió en su sombra. Iban juntos a entrenar al Parque de Mayo con el grupo que dirige Exequiel, a cabalgar por el campo, e incluso viajaban en moto. “Antes viajaba en el tanque de la moto, siempre pegado a mí. Se sube a los caballos, me acompaña a todos lados”, contó con orgullo el corredor.
La inclusión del perro en las competencias llegó naturalmente. “Pregunté a los organizadores, muchos me decían que no por seguridad, pero no lo conocían. Él es muy sociable. Siempre espero que largue todo el pelotón y salgo último, por la izquierda, que es su lado. Cuando se despeja, lo suelto, porque le encanta correr libre”, explicó. Las imágenes de Soldado corriendo por las montañas valen más que mil palabras y emocionan por la felicidad y el entusiasmo que el animalito muestra en cada paso.
“Quise que sea lo más libre posible, como en su vida anterior. Siempre recomiendo a quienes tienen mascotas que trabajen desde el primer día en la sociabilización, en que tengan contacto con otros animales y personas”, señaló.
Exequiel y Soldado participaron de un sinnúmero de competencias desde las Sierras de Valle Fértil hasta Punta Negra pasando por el Maratón Internacional de San Juan. Siempre recibiendo los aplausos de la gente al cruzar la llegada.
La despedida llegó en una competencia especial, el Desafío Punta Negra, una de las más exigentes del calendario local. Fue la última carrera de Soldado, y la más significativa. “Fue nuestra última juntos. Él va a seguir acompañándome, pero en actividades con menos exigencia. Su salud es prioridad”, concluyó el corredor que emocionó a todos con un posteo sobre esta última carrera.
Soldado deja las pistas, pero no la vida activa ni el cariño del ambiente runner sanjuanino, que lo reconoce como un símbolo de lealtad y compañerismo.